Cobrar el desempleo en España no solo es un respaldo financiero, sino también una red de seguridad necesaria. Proporciona estabilidad mientras se busca una nueva oportunidad laboral, permitiendo al beneficiario centrarse en su búsqueda de empleo.
El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) es el organismo encargado de otorgar la prestación por desempleo y suele hacerlo a través de un ingreso bancario. Ahora bien, existen también la posibilidad de cobrarlo en efectivo.
En primer lugar, este organismo podrá pagarte en mano cuando no pueda ingresar la prestación en la cuenta. Esto no suele suceder, pero es posible que, en algún momento señalado, ocurra un problema y no haya más remedio que pagar en efectivo.
La segunda opción, aunque tampoco común, puede ser más habitual. Corresponde a cuando el beneficiario asegura que la prestación en su cuenta bancaria puede ocasionarle un perjuicio grave. Aunque esto resulte difícil de entender, vamos a explicar algunos ejemplos.
La primera es encontrarse en una situación que requiera protección especial o ser víctima de violencia de género o doméstica. El hecho de que sea en mano el pago tiene el objetivo de preservar la identidad y seguridad de las personas afectadas.
El segundo caso puede afectar a personas mayores o del medio rural, que no tengan tantos recursos. Es cuando se justifica y alega la imposibilidad de abrir una cuenta corriente por parte de la persona trabajadora.
El tercer caso es, sin embargo, más amplia. Se trata de obtener la autorización del SEPE para el pago mediante recibo. Las razones proporcionadas por la persona trabajadora para obtener dicha autorización deben estar debidamente justificadas en el expediente.
Para acceder a la prestación por desempleo en España, es necesario cumplir con los siguientes requisitos: