Hay una serie de monedas que siempre llevamos en nuestro monedero y que pueden tener los días contados. La Comisión Europea baraja su retirada de la circulación por distintos motivos.
Resulta evidente que cada vez se utilizan menos los billetes y las monedas para realizar los abonos. Tanto las tarjetas de crédito como los pagos a través de las herramientas digitales se han ido imponiendo en los últimos tiempos. Esto hace que cada vez recurramos menos al efectivo para las operaciones del día a día.
Ya se encuentra sobre la mesa la posibilidad de suprimir las piezas de menos valor. Es decir, que las monedas de uno y dos céntimos dejen de ser válidas, recoge El Periódico de Aragón.
Las autoridades europeas consideran que los beneficios que proporcionan no se ajustan en realidad a los costes que tienen. La producción y emisión de las mismas supone demasiado desembolso para todo lo que genera. Por lo tanto, la opción de eliminarlas supondría, en principio, una medida de ahorro.
Durante los últimos diez años se han acuñado más de 46.000 millones de monedas de uno y dos céntimos. Esto representa un incremento del 74%. Además, una de cada dos monedas que se emiten en la Unión Europea pertenecen a estos dos modelos.
Sin embargo, la Comisión Europea comprueba como su valor global apenas llega a los 714 millones de euros. Hay que decir que se tratan de unas piezas que llevamos siempre con nosotros, aunque casi nunca hacemos uso de ellas. Sobre todo porque optamos por realizar los abonos con monedas o billetes más grandes.
Analizar el impacto que tendría sobre la economía
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se muestra partidaria a la retirada. Ahora, los expertos deben de evaluar las consecuencias que tendría la supresión de estas piezas más pequeñas de euro para el mercado. Sobre todo en estos instantes, en donde la inflación se encuentra disparada.
Los ciudadanos también apoyan la eliminación de las monedas de uno y dos céntimos. Al menos así se desprende de un sondeo de Eurobarómetro de 2021. En él, el 70% de los europeos consultados estaba a favor de su retirada.
Para muchos se ha podido convertir en todo un estorbo al no darle el servicio adecuado. Pero habría que analizar si realmente beneficiaría al consumidor. Sobre todo porque la tendencia de los precios sería redondear al alza, con múltiplos de 5.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, aseguró que "la eliminación de estas dos monedas está dentro de una gama completa de opciones". Advierte que hay "leyes indicativas y propuestas legislativas de la Unión Europea para suspender las monedas". En ese caso se introducirían "reglas de redondeo a niveles de toda Europa", apuntó en el Parlamento Europeo.
? Las 15 mejores ofertas del folleto de Lidl: pescado y marisco a precio de risa
Cuatro opciones disponibles
No se descarta que a finales de 2023 las piezas de uno y dos céntimos sigan el mismo camino que los billetes de 500 euros. El Banco Central Europeo optó en 2019 por cortar su emisión ante el poco uso que se le daba por parte de los ciudadanos. Resultaba muy complicado que se realizaran compras u operaciones comerciales con ellos, utilizándose sobre todo como depósito de valor.
Queda por ver cómo actúan los organismos europeos antes de final de año. Tienen que decidir el destino que se les va a dar a estas monedas de escaso valor. Ahora mismo se plantean básicamente cuatro escenarios.
Existe la posibilidad de que se mantenga la situación como hasta ahora, se retiren lo antes posible o sigan como hasta ahora pero disminuyendo costes. La última opción pasaría por ir suprimiéndolas de manera gradual durante un tiempo.