Ahora mismo podrías estar llevando más de 5.000 euros en tu cartera. No en físico, pero sí en valor, pues los coleccionistas están en busca y captura de una de las monedas de 2 euros más codiciadas. Y no es para dejarlo pasar: algunos de ellos están dispuestos a pagar una gran cantidad de dinero por ella.
Como hemos mencionado en otras ocasiones, a la hora de tasar una moneda, no solo se tiene en cuenta su antigüedad. Por eso, no es de extrañar encontrarse con piezas que todavía siguen en circulación y que han adquirido un gran valor en el mercado numismático, como es el caso de los euros. Pero entonces, ¿qué es lo que hace que algunas de estas piezas sean tan especiales?
Los aspectos que hacen que una moneda aumente de valor
Hay varias razones por las que una moneda puede adquirir un valor económico más elevado al indicado. Aun así, podríamos distinguir tres factores principales que juegan un papel clave a la hora de tasar estas piezas. Además de la antigüedad, también se tiene en especial en cuenta la exclusividad y los fallos de acuñación.
A menos ejemplares, más aumenta su valor
La lógica es bien sencilla: cuanto más difícil resulta encontrar una pieza, más alto será su valor. La exclusividad de una moneda puede ser un gancho para aquellos expertos que buscan hacerse con los ejemplares más especiales y singulares. En este sentido, las ediciones limitadas suelen llamar la atención de los coleccionistas, pues estas se convierten en piezas prácticamente únicas en el mundo.
Los fallos de acuñación son los más pagados
Otro de los aspectos que más influye en la revalorización de las monedas, son las características y singularidades con las que cuentan. Aunque parezca contradictorio, una de las particularidades con más peso, suelen ser los errores de acuñación. Un claro ejemplo de ello, es la moneda de 2 euros de Francia de 2001, por la cual algunos coleccionistas están dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero.
La moneda de 2 euros por la que pagan hasta 5.000 €
Esta moneda de 2 euros, fue acuñada en 2001 en Francia y, como hemos adelantado, su alta tasación se debe a un claro error de acuñación por “defectos de imprenta”.
Para la cara de la primera serie de monedas de euro francesas, se seleccionó el diseño del artista Joaquín Jimenez. En todas las piezas de 1 € y 2 €, aparece grabado un árbol enmarcado por un hexágono, junto con el lema republicano francés “Liberté, Egalité, Fraternité” (libertad, igualdad, fraternidad).
Sin embargo, en este ejemplar en concreto, se puede apreciar una singularidad que lo hace verdaderamente especial y valioso. Y es que, los más avispados han observado ciertos fallos en la tipografía de las estrellas y el año de emisión, que no se encuentran perfectamente alineados, llegando a “pisar” el marco dorado de la moneda.
Esta simple, pero particular característica, no pasa por alto ante los ojos de los coleccionistas, pues algunos de ellos están dispuestos a pagar hasta 5.000 € por este modelo. Justamente, en el portal de subastas Todocolección, se encuentra en venta una de estas ediciones “raras” por el mismo precio mencionado.
Su valor puede variar según su estado de conservación
Ahora bien, cabe recordar que no todas las monedas con estas características están tasadas de la misma manera. Su valor va directamente ligado con su estado de conservación, con lo cual, en caso de disponer de una de ellas, no te precipites. Lo mejor será acudir a un experto para que este examine y tase la pieza antes de publicarla en cualquier portal de subastas.