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Ojo de una mujer color verde

Miopía: qué es, síntomas, detección, causas y tratamiento

La miopía es el problema ocular más común en la actualidad. Descubre en qué consiste exactamente.

Los problemas de visión siempre han sido comunes en el ser humano, o al menos desde que abandonamos los entornos naturales para los que la evolución nos preparó. Sin embargo, en las últimas décadas el auge de las nuevas tecnologías y la normalización del sedentarismo han contribuido notablemente al aumento de casos de miopía y otros trastornos visuales.

En este artículo explicaremos qué es la miopía, qué síntomas permiten identificarla, cuáles son sus causas y de qué modo se pueden corregir las complicaciones derivadas de esta alteración.

¿Qué es la miopía?

El término “miopía” se emplea para hacer referencia a la alteración ocular más común que existe. Se debe a un defecto en la refracción de la luz que hace que sus rayos no converjan en la retina, como deberían, sino delante de esta.

Como consecuencia de esta u otras alteraciones aparecen problemas para ver objetos que se encuentran lejos; de forma más concreta, las dificultades se asocian al enfoque visual, por lo que las imágenes que se perciben están borrosas.

Si bien muchas fuentes afirman que la miopía se da en aproximadamente un 25% de la población general, algunas investigaciones recientes señalan que el porcentaje podría ser bastante mayor a causa de un aumento progresivo a lo largo de las últimas décadas; así, y en función del estudio, encontramos que la prevalencia de la miopía se sitúa entre el 15% y el 49%, aproximadamente. Más adelante explicaremos a qué puede deberse este incremento.

Es muy habitual que los síntomas y los signos de la miopía se desarrollen y se agraven durante la adolescencia. Esto se relaciona de forma directa con el crecimiento de los ojos, que se detiene al principio de la tercera década de vida. Es por este motivo que la cirugía solo se recomienda a partir de los 20 años, aproximadamente.

Lentes de contacto con una ciudad detrás
Las personas con miopía no consiguen enfocar adecuadamente los objetos lejanos | Getty Images Signature

Síntomas y signos principales

Las personas con miopía no consiguen enfocar adecuadamente los objetos lejanos, de modo que los ven borrosos. Así, podemos decir que este trastorno es opuesto a la hipermetropía, en que se perciben mal los elementos que están cerca por un defecto ocular similar, si bien en estos casos los rayos de luz convergen detrás de la retina.

Más allá de los problemas en la visión a larga distancia, los síntomas más típicos de la miopía son la fatiga ocular y los dolores de cabeza, que aparecen como resultado de los esfuerzos excesivos y sistemáticos por enfocar la vista en objetos lejanos. Las personas con miopía también tienden a entrecerrar los ojos cuando fijan la mirada en estímulos que están lejos.

Por otra parte, las investigaciones indican que la miopía predispone a la aparición de diversos trastornos oculares, particularmente cuando la severidad del caso es alta. En este sentido se ha asociado la miopía al glaucoma y a las cataratas (incremento de la presión ejercida por los líquidos del interior del ojo y opacidad del cristalino, respectivamente), así como al desprendimiento de retina.

Causas de esta alteración

En la actualidad no se conoce con seguridad las causas de la miopía; a pesar de que se han postulado numerosas teorías que podrían ser ciertas, la investigación disponible no permite confirmarlas de forma definitiva.

No obstante, todo apunta a que la miopía tiene una base genética muy relevante. De forma más específica, parece que entre el 60% y el 90% de la varianza viene explicado por los genes, si bien por lo general se trataría de una vulnerabilidad hereditaria que podría o no manifestarse como miopía en función de las influencias ambientales.

Una de las hipótesis más sólidas es la que relaciona su aparición con la liberación de hormona del crecimiento, pero no está claro cuáles podrían ser los mecanismos concretos de esta asociación.

Como decíamos previamente, se ha detectado un aumento de la prevalencia de la miopía en los últimos años. Entre las hipótesis que se manejan cabe destacar específicamente el papel de las pantallas, incluyendo las de los ordenadores y las de los teléfonos móviles, que provocan un desgaste de la capacidad para ver de cerca.

Otro factor ambiental que parece jugar un papel relevante en el desarrollo de la miopía es la falta de exposición a la luz solar, por lo que quienes pasan mucho tiempo en espacios interiores correrían un mayor riesgo.

Imagen de partículas genéticas
La miopía tiene una base genética muy relevante | Getty Images

Tratamientos para la miopía

La visión borrosa al enfocar objetos lejanos que caracteriza la miopía se puede corregir de distintos modos. El más habitual, por supuesto, son las lentes; las gafas se utilizan desde hace muchos siglos, mientras que las lentes de contacto se han popularizado muchísimo en los últimos años.

Sin embargo, si lo que se pretende es eliminar completamente los problemas de visión es necesario recurrir a la cirugía. Este método, que incluye la técnica LASIK o la queratotomía fotorrefractiva, modifica la forma de la córnea, pero no siempre consigue corregir del todo la miopía y puede causar complicaciones.

Si bien se ha intentado tratar la miopía a través de métodos basados en la modificación de la conducta, como el biofeedback, los estudios indican que las terapias alternativas de este tipo son ineficaces en este problema.

Referencias bibliográficas:

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