El Gobierno anunció el pasado viernes un acuerdo para sacar adelante la Ley de Vivienda. Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos del Gobierno de Pedro Sánchez junto a la reforma de las pensiones. Pero la ley nace envuelta en la polémica, ya que muchos dudan de su verdadera eficacia y la tildan de electoralista.
El Gobierno defiende la Ley de Vivienda como el instrumento que permitirá el acceso a un alquiler asequible. La medida estrella es el tope al 3% de la subida del alquiler. Además, se amplían las zonas tensionadas donde se limitan los precios, y los inquilinos dejarán de asumir los gastos de las agencias inmobiliarias.
En el marco de la nueva ley, el Gobierno ha anunciado su intención de poner en el mercado 50.000 pisos para alquiler asequible. Un anuncio que ha despertado el interés de miles de inquilinos en España. Sigue leyendo para saber dónde están y en qué estado están las 50.000 viviendas de alquiler asequible del Gobierno.
Las 50.000 viviendas de alquiler asequible
El plan del Gobierno es movilizar 50.000 viviendas de la Sareb, conocida como el banco malo, para alquiler asequible. La idea resulta muy atractiva para millones de españoles que desean entrar en una vivienda de alquiler. La realidad es que, según se ha sabido, los pisos en cuestión cuentan con varios inconvenientes.
En primer lugar, se encuentran en zonas poco demandadas y donde los precios no han subido especialmente. En segundo lugar, la mitad de las viviendas ya están okupadas. Y en tercer lugar, más de la mitad de los pisos se encuentran deteriorados y necesitaría una importante inversión en reformas.
De las 50.000 viviendas previstas, 14.000 ya están habitadas y 15.000 serán construidas con suelo público de la Sareb. El resto, 21.000 viviendas, ya están construidas y vacías al servicio de las comunidades autónomas y los ayuntamientos. De ellas, solo 9.000 están ya listas para entrar a vivir.
Dónde se encuentran
La mitad de las viviendas están okupadas, y las que están por construir tienen que pasar aún por un complejo proceso de presupuesto, licencia de obra y licitación. Lo cual podría llevar al menos cinco años para que estén disponibles. También hay dudas sobre el interés de comunidades y ayuntamientos.
El problema es que están ubicadas en zonas de baja demanda, en lugares de la costa y pueblos donde no hay interés por alquilar. Además, la medida tendría sentido si los pisos se ubicaran en zonas con altos precios del alquiler. Pero solo el 25% de los 21.000 pisos disponibles estarán en zonas tensionadas.
Las principales zonas tensionadas son grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Málaga y Baleares. Pero la Sareb apenas cuenta con oferta de vivienda ahí. Lo más probable es que los pisos se encuentren en lugares con baja demanda y, por lo tanto, con poco interés para comunidades y ayuntamientos.
En qué estado están
El otro gran hándicap de estos pisos es que se encuentran en un grave estado de deterioro. De hecho, la propia Sareb ha impulsado un contrato para el servicio integral de ejecución de obras de adecuación. El objetivo es “devolver un activo al estado óptimo de ser disponibles comercialmente”, según la entidad.
La propia Sareb reconoce el deterioro acumulado durante años tanto en las viviendas como en el suelo por construir. El contrato para adecuar su estado consta de 170 millones de euros más otros 300 en posibles prórrogas. En todo caso, esta circunstancia resta aún más interés a la vivienda ofertada por el Gobierno.
Todo esto lleva a expertos e instituciones a dudas de la eficacia del plan del Gobierno. No solucionará el problema de la vivienda porque no dirige la oferta a zonas que realmente necesitan una solución. Lo más eficaz sería, en todo caso, aumentar la oferta de vivienda en las zonas donde haya más demanda.