Los supermercados tienen motivos para preocuparse. Un estudio de científicos españoles destapó una serie de superbacterias en productos cárnicos que son resistentes a los medicamentos. Lo que puede suponer un auténtico peligro para la salud de los ciudadanos.
No hay que pasar por alto que nuestro país es uno de los que más carne consume de su entorno. Los datos que maneja el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación elevan hasta los 50 kilos que come al año cada persona. Esto supone casi el doble de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), recoge La Razón.
Una investigación desarrollada por la Universidad de Santiago de Compostela ha hecho encender todas las alarmas en el sector. Detectaron bacterias multirresistentes en el 40% de las carnes de los supermercados españoles. Fue una de las conclusiones que se presentaron en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas de Copenhague, en Dinamarca.
El problema de las superbacterias ha ido yendo a más con el tiempo, y España no es ajeno a ello. Nos encontramos ante un contratiempo muy serio, capaz de provocar al año en el mundo en torno a 700.000 fallecimientos. Sin embargo, lejos de mejorar los datos, la previsión es que las cifras vayan a peor.
Según los cálculos que maneja la OMS, en 2050 podría haber 10 millones de muertes por este motivo. Por lo tanto ya se empieza a tomar como algo muy serio. Hasta el punto de que las bacterias multirresistentes se presentan como una de las grandes amenazas para la salud a corto plazo.
Cómo se hizo el estudio
La investigación llevada a cabo por científicas españolas arrancó en 2020. Analizaron un centenar de productos cárnicos elegidos al azar en supermercados de Oviedo. Se encargaron de estudiar la cantidad de bacterias potencialmente peligrosas presentes en estos productos.
Entre ellas se encontraban la Escherichia coli, más conocida como E.coli, o la Klebsiella pneumoniae. Ambas tienen la capacidad de provocar sepsis o infecciones del tracto urinario. Las investigadoras también comprobaron los niveles de resistencia de estos patógenos.
En total se centraron en 25 productos de pollo, 25 de pavo, 25 de ternera y otros 25 de cerdo. Una de las conclusiones que se extraen es que la mayor parte de ellos (73%) presentaban unos niveles de E.coli dentro de los límites permitidos. Únicamente un 5% de los artículos de carne analizados rebasan los parámetros considerados de normales.
Pero el gran inconveniente que se encontraron las expertas es que casi la mitad contaban con E.coli multirresistente. Es decir, 40 de los 100 productos estudiados tenían esta bacteria. Entre ellas localizaron BLEE, un tipo de enzimas que aporta resistencia a la mayor parte de antibióticos betalactámicos.
En cuanto a las carnes que dieron positivo con E.coli BLEE, destacó por encima del resto el pavo, con un 68%. Le siguió muy de cerca el pollo, con un 56%, mientras que la ternera y el cerdo presentaron un 16% y un 12%, respectivamente.
Con anterioridad, las mismas científicas ya habían comunicado los altos niveles de bacterias multirresistentes en el pollo y el pavo. Pero en esta ocasión descubren que la carne de cerdo y ternera también contienen estos microorganismos peligrosos.
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Las recomendaciones de las investigadoras
Las encargadas de este estudio proponen mejorar la vigilancia en todo el viaje de la carne, de la granja a la mesa. Siempre que sea posible se recomienda el consumo de productos de confianza, de cercanía, en donde se eviten el empleo de antibióticos.
El consumidor también tiene la posibilidad de tomar medidas en este sentido. Por ejemplo, aconsejan que no se rompa la cadena de frío, se cocine bien la carne, se guarde en el frigorífico y se desinfecten los utensilios de cocina.