El melocotón es una fruta con una pulpa realmente dulce cuando está maduro, la cual puede ser de color blanco o amarillo. Se cree que los melocotones se originaron en China hace más de 8.000 años, y son considerados “drupas” o frutas de hueso porque su carne comestible rodea una semilla dura en su interior.
Los duraznos son alimentos verdaderamente versátiles. De esta manera, es posible comerlos solos o agregarlos a una amplia variedad de platos. Además, como conoceremos a lo largo del presente artículo, son muy nutritivos y tienen múltiples propiedades beneficiosas para la salud de nuestro organismo.
Por ejemplo, y a causa de los nutrientes que contiene esta fruta, el melocotón es conocido por su capacidad para favorecer el tránsito intestinal y para mejorar la suavidad y el aspecto de la piel.
Propiedades del melocotón (durazno)
A continuación, podrás leer todo lo bueno que esconde el melocotón.
1. Rico en nutrientes
Los melocotones son unas frutas exquisitas que destacan no solo por su delicado y exótico aroma y su particular sabor: también son tremendamente ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes.
Por ejemplo, un durazno de tamaño mediano (de alrededor de 150 gramos) proporciona aproximadamente:
- Calorías: 58 kcal
- Hidratos de carbono: 14 gramos
- Proteínas: 1 gramo
- Grasas: menos de 1 gramo
- Fibra: 2 gramos
- Vitaminas: destacan la vitamina A, C, B6, E y K.
- Minerales: potasio, cobre y manganeso.
Además, también ofrecen cantidades más pequeñas de magnesio, hierro, fósforo y algunas vitaminas del complejo B (además de la ya mencionada B6).
Son frutas llenas de antioxidantes naturales, unos compuestos que encontramos en las plantas verdaderamente beneficiosos para combatir el daño oxidativo, ayudando a proteger nuestro cuerpo contra el envejecimiento y las enfermedades. De hecho, cuanto más fresca y madura sea la fruta, más antioxidantes contendrá.
¿Y qué ocurre con los melocotones enlatados? Siempre y cuando las variedades que encontramos en el interior de la lata no estén peladas, parece que tienen cantidades similares de vitaminas y minerales, en comparación con los melocotones frescos. Pero no ocurriría lo mismo con los antioxidantes, ya que los enlatados tendrían una menor cantidad.
2. Mejora la salud del corazón
No hay duda que comer fruta con regularidad, incluidos los melocotones, puede ayudar de forma realmente positiva a la hora de disfrutar de una mejor salud cardíaca.
En el caso particular de los duraznos, por ejemplo, pueden reducir factores de riesgo asociados a enfermedades del corazón, como los niveles de colesterol elevado y la presión arterial alta.
Por otro lado, los estudios muestran que los duraznos son capaces de unirse a los ácidos biliares, que son unos compuestos en el hígado que se producen a partir del colesterol. Cuando los ácidos biliares se unen al colesterol, eventualmente son eliminados a través de las heces, lo que puede ayudar a reducir los niveles de colesterol en la sangre.
Algunos estudios, por ejemplo, encontraron que los melocotones eran capaces de reducir los niveles de colesterol LDL (también conocido como “colesterol malo”), así como el colesterol total, además de los triglicéridos y la presión arterial.
3. Favorece la digestión
Los melocotones pueden contribuir a disfrutar de una digestión más saludable, además de ayudar a la hora de prevenir el estreñimiento.
Por ejemplo, un durazno de tamaño mediano proporciona alrededor de 2 gramos de fibra, de la cual la mitad es soluble y la otra mitad insoluble.
En el caso particular de la fibra insoluble, es un tipo de fibra capaz de agregar volumen a las heces y ayudar a mover los alimentos a través de los intestinos, reduciendo por tanto las probabilidades de sufrir estreñimiento.
Por otro lado, la fibra soluble proporciona el alimento para las bacterias beneficiosas presentes en los intestinos.
4. Protege la salud de la piel
Los melocotones pueden tener efectos protectores que se traducen en la posibilidad de disfrutar de una piel mucho más natural, sana y saludable.
Por ejemplo, algunos estudios han indicado que los diferentes compuestos que encontramos en los melocotones pueden ayudar a aumentar la capacidad que tiene nuestra piel para retener la humedad, de manera que puede mejorar su textura.
5. Puede reducir los síntomas de alergia
Cuando nuestro organismo está expuesto a un alérgeno, libera histaminas o sustancias químicas producidas por el sistema inmunológico con el fin de ayudarle a deshacerse del alérgeno. Las histaminas, por ejemplo, pueden desencadenar síntomas de alergia, entre los que se encuentran la molesta picazón, estornudos y tos.
La investigación ha mostrado que los melocotones pueden ser capaces de ayudarnos a reducir los síntomas de la alergia, al prevenir la liberación de histaminas en la sangre. Al parecer, los extractos de melocotón pueden ser igualmente efectivos a la hora de limitar la inflamación que habitualmente se observa en las reacciones alérgicas.
6. Previene las subidas de azúcar
Estudios con ratones obesos muestran que los distintos compuestos que encontramos en la pulpa del durazno podrían ayudar a prevenir niveles elevados de azúcar en la sangre, así como la resistencia a la insulina.
7. Potencia las defensas
Los melocotones son ricos en antioxidantes, que estimulan la inmunidad, lo que podría ayudar a aumentar nuestras defensas contra posibles enfermedades y patógenos externos.
Como te hemos comentado, los melocotones son unas frutas nutritivas deliciosas realmente versátiles en la cocina, que se pueden comer solos o acompañarlos en infinidad de platos. ¿Nuestra elección? El melocotón con yogur natural, sin duda. Le aportará además todas las propiedades que encontramos en este exquisito postre.