Uno de los desayunos más típicos son las tostadas de pan con mermelada, en ocasiones acompañadas de mantequilla. En algunos países como Estados Unidos añaden, además, mantequilla de cacahuete, un sabor poco común en España.
La mermelada, en cualquiera de sus versiones, ocupa un lugar especial en la mayoría de hogares. Pero, ¿es un alimento realmente sano?
Pese a su exquisito sabor, cuenta con un número demasiado elevado de calorías. Básicamente, el 83% de su peso lo conforman grasa y la mayor parte de ellas son saturadas. Es decir, poco saludables para el cuerpo.
Y lo peor de todo es que algunos supermercados juegan con la falta de información de los consumidores para vender más mermelada, presentándola como un producto sano.
Mermelada de fruta, pero sin la fruta
El principal engaño surge de la creencia de que la mermelada es saludable porque está elaborada a partir de frutas. Si te fijas en el apartado de ingredientes de las mermeladas del supermercado, te darás cuenta de que contienen una cantidad ingente de azúcar. Los alimentos con un alto índice glucémico son los principales culpables de un gran número de enfermedades cardiovasculares y del sobrepeso o la obesidad.
El aparente embuste no solo reside en esa creencia. ¿Alguna vez te has parado a pensar cómo se etiquetan las mermeladas? Gemma del Castaño, farmacéutica y especialista en seguridad alimentaria, ha querido resolver esta duda ante sus seguidores. En un hilo creado en Twitter ha confirmado que realmente catalogamos como mermelada a productos que no lo son.
Este hecho sucede con la mermelada y su análoga, la confitura. Tanto por sabor como por apariencia son parecidas, pero no son el mismo producto. Mientras la mermelada se produce a partir de la cocción de trozos de fruta con piel, la confitura lo hace solo con la pulpa de la fruta.
Además, cada una de ellas tiene dos subtipos distintos: la extra y la normal. Esta diferencia se basa en la proporción de fruta que se ha manipulado en su elaboración. Las extra, como su propio nombre indica, son aquellas que mayor presencia de fruta contienen.
Si te interesa aquella que vaya a tener más fruta, apuesta por la mermelada extra. Gemma del Caño afirma que en su fabricación, por cada 1.000 gramos de producto 500 gramos son de fruta. En definitiva, la mermelada extra suele es mucho mejor y más recomendable.
Entonces, ¿qué es la confitura?
La confitura, al contrario de la mermelada, es una mezcla de azúcares con pulpa o puré de frutas. Una opción poco recomendable porque es la que mayor cantidad de azúcar contiene.
Tan solo contiene 350 gramos de fruta por cada 1.000 de producto, una cantidad considerablemente baja en comparación a lo que recomiendan la mayoría de los nutricionistas. La extra contiene con 450 gramos de fruta por cada 1.000 gramos de producto y, aunque sea un poco superior al anterior, no hay que olvidar todo el azúcar que contiene.
La mejor manera de consumir mermelada
Como afirma Gemma del Caño, la mermelada casera tampoco es una opción saludable. Por mucho que los productos sean naturales, hasta las recetas más clásicas cuentan con una gran proporción de azúcar entre sus ingredientes. Por tanto, el consumo debe ser ocasional y las tostadas con mermelada no deberían ser parte de nuestro desayuno.
Además, el peligro no acaba ahí: la mayoría de las tostadas que comemos son poco saludables. Entre sus ingredientes encontramos un gran número de harinas refinadas y vegetales, es por ello que su consumo no debe ser excesivo.
Si estás pensando en dejar atrás la mantequilla y la mermelada, otros productos podrán formar parte de tus desayunos. Un claro ejemplo es el tomate, una fruta ideal para comer junto a pan integral.
Puedes añadirle Aceite de Oliva Virgen Extra para aportarle más sabor. De esta forma estarás dejando atrás los productos nocivos para tu salud e incluirás productos totalmente naturales.