El café es una de las bebidas más famosas, populares y consumidas en todo el mundo. Muchas personas no pueden empezar el día sin beber una taza de café, y por eso, se ha convertido en una de las mejores opciones estimulantes.
Ahora bien, también es muy habitual que existan personas que tengan que llevar a cabo una determinada medicación. En estos casos, por lo tanto, el consumo de café puede ser peligroso, ya que determinadas combinaciones pueden resultar fatales. Conoce cuáles son y evítalas.
Los problemas que plantea combinar café y medicamentos
Quién diría que el café podría volverse un peligro para nuestras vidas... o bueno, mejor dicho, la combinación que hacemos entre él y algunos determinados medicamentos.
La cafeína puede ser nuestro mejor despertador, de eso no cabe duda. Sin embargo, para otras personas el termo es su mejor aliado durante largas noches de trabajo o estudio.
Pero en cualquier caso, si consumimos esta bebida, debemos asegurarnos que podemos hacerlo sin ningún riesgo. Y es que aunque resulte obvio, no todo el mundo puede hacerlo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de café a 400 ml al día. No obstante, esto podría cambiar en el caso de las personas que toman algún tipo de medicación.
Y es que si debemos tomar medicamentos de forma diaria (como por ejemplo para seguir algún tratamiento médico), el consumo de café podría ocasionarnos algún que otro problema.
¿Y esto por qué ocurre? Pues bien, la cafeína que está presente en el café (así como en otras bebidas), puede producir una interferencia considerable en el medicamento que estemos ingiriendo.
Esto puede provocarnos una serie de problemas: desde la inhibición de los principios activos del medicamento hasta, por el contrario, la amplificación de los mismos. En cualquier caso, más vale no correr el riesgo y asegurarnos de que podemos consumirlo de forma segura.
Los fármacos que más te vale no combinar con el café
A continuación, vamos a desvelarte una serie enfermedades y tastornos cuyo tratamiento requiere de fármacos que es mejor separar del café:
1. Reflujo ácido
El reflujo ácido, también conocido como el reflujo gastroesofágico, es el reflujo estomacal que retrocede al esófago, es decir, el que conecta la garganta con el estómago. Determinados medicamentos para tratar esta afección, como inhibidores de la bomba de protones, pueden verse comprometidos con el consumo del café.
2. Hipertensión
Hablamos de hipertensión cuando la tensión arterial de una persona es demasiado elevada. Se produce cuando aumenta la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias.
Los medicamentos más utilizados para tratar esa afección son los antihipertensivos, los cuales disminuyen el riesgo cardiovascular en pacientes con la tensión alta. Su combinación con el café también puede verse comprometida.
3. Influenza
El virus de la influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa, la cual puede afectar a la nariz, a la garganta y en algunos casos hasta los pulmones. Para tratar esta enfermedad se suelen emplear medicamentos antivirales, cuya administración puede variar dependiendo del estado o la gravedad que presente el paciente. De la misma forma que los dos anteriores, su combinación con el café debe revisarse.
4. Tiroides
Aquí podemos englobar varias enfermedades: desde el hipotiroidismo hasta la tiroiditis. En cualquier caso, la persona que padece problemas de tiroides suele necesitar medicación para su tratamiento.
En el caso del hipotiroidismo, por ejemplo, se suele administrar la hormona tiroidea de forma sintética. Este medicamento, que suele ingerirse de forma oral, también es susceptible de ser combinado con el café.
5. Osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad cuya característica se da en la disminución de la densidad de los huesos, habitualmente a causa de la pérdida de tejido óseo. Algunos medicamentos destinados a combatir esta enfermedad podrían presentar contraindicaciones respecto al consumo de café.
6. TDAH
El trastorno de déficit de atención e hiperactividad es una afección crónica que incluye una combinación de problemas relacionados con la atención, la hiperactividad y el comportamiento impulsivo.
En la mayoría de casos, los medicamentos que se utilizan para tratar este trastorno son estimulantes. Sin embargo, el consumo de café (en este caso concreto) inhibiría los efectos de dicha medicación.