Si hay algo que define España, es su cultura, su historia y, sobre todo, su gastronomía. Y es que... ¿A quién no le gusta ir de tapas con su familia o sus amigos? O ni siquiera tienes que salir de casa, tú mismo puedes ponerte delante de los fogones y crear tus platos favoritos.
Y sí, sabemos que las croquetas te encantan, al igual que muchos otros fritos típicos como las patatas fritas o el escalope. Además, lo que destaca de esta comida es la forma de prepararla. Y es que un buen chorro de aceite permite llegar a tener ese color dorado y esa textura crujiente que caracteriza a los fritos y empanados.
Pero, ¡atención!, debes tener en cuenta que el proceso de freír, por muy fácil que parezca, conlleva riesgos. Eso sí, no te preocupes, hoy te contaremos qué debes hacer para cocinar de una forma segura y más saludable cuando fríes.
Cómo debes usar el aceite para freír tus platos
Para cocinar tus fritos favoritos es importante que dispongas del ingrediente estrella: el aceite. Sin él, no podrás conseguir esa textura de tus rebozados. Pero, ¿ya sabes qué aceite debes usar?
Desde hace años existe la falsa creencia que solamente puedes freír con aceite de girasol, pues... ¡Es falso! Claro que puedes cocinar con este aceite, pero también lo puedes hacer con muchos otros; por ejemplo, una opción más sana es el aceite de oliva. Y, créenos: el sabor es casi igual o idéntico que si usaras el aceite de girasol.
Pero, tranquilo, no estamos diciendo que sea perjudicial, solamente que una opción es más sana que la otra. Aunque si prefieres usar el típico aceite que se ha usado siempre para freír, al menos haznos caso y sigue las recomendaciones que te daremos a continuación. ¡Nos lo agradecerás!
Hay un máximo de veces que puedes usar un mismo aceite, pero antes te contaremos las famosas recomendaciones para que sigas y tus platos salgan mucho más deliciosos y sanos.
¿Usas aceite para todos los alimentos? ¡No lo hagas!
Sabemos que ahorrar es esencial en casa, pero tendrás que hacerlo de otra forma si intentas aprovechar el aceite para distintos alimentos. Piensa que con un solo uso, el sabor del aceite puede cambiar. Por ejemplo, si rebozas pescado y lo fríes, ¡no lo uses para hacer carne o cualquier otro alimento! Puede coger un sabor rancio que no te gustará nada.
Vigila que no se te queme el aceite
Recuerda que también debes tener en cuenta algo antes de cocinar algún frito: no dejes que el aceite se queme. Muchas personas creen que el momento indicado es cuando está muy caliente y empieza a salir humo. Pues vigila, una vez está quemado, deberías cambiarlo por otro nuevo, ¡no dejes que salga humo!
Limítate a usar el aceite este máximo de veces
Sabemos que tu principal duda es cuántas veces puedes usar el aceite para freír. Pues no te preocupes porque tenemos una respuesta fácil y sencilla: el número máximo que puedes emplear un mismo aceite es de 3 veces. Ahora que sabes esto, limítate a no sobrepasarte, ya que puede perjudicar tu salud.
Si usas el aceite más veces de las recomendadas puede pasarte factura
Ya has visto cómo debes usar el aceite si quieres que tus platos tengan esos sabores que tanto te gustan de la dieta mediterránea. Pero, ten cuidado, los consejos que te damos son importantes para que no salgas perjudicado de alguna forma. Debes cocinar con cabeza para que no tengas problemas de salud.
Por ejemplo, el hecho de usar el aceite repetidas veces hará que pierda sus propiedades y deje de ser saludable. Al ser un producto tratado con temperaturas muy elevadas, sufre procesos degenerativos.
¿Qué significa eso? Que el aceite por más veces que lo quemes, tendrá mucha más formación de polímeros grasos y esto es algo muy peligroso. A largo plazo puedes desarrollar alguna enfermedad cardiovascular.
Además, por no hablar de otros riesgos como los aldehídos tóxicos que se forman cuando se usa el aceite para freír más una vez. Estos pueden causar otro tipo de patologías más agravantes.
Así que ya lo sabes, si tienes la opción de usarlo menos de tres veces, ¡hazlo! Y si puedes sustituir el aceite que uses (seguramente el de girasol) por un buen aceite de oliva virgen extra, ¡tu cuerpo lo agradecerá!