La banca española se llevaba en las últimas horas un buen susto. BBVA, CaixaBank, Santander y Banco Sabadell no contaban con que una decisión adoptada en Italia les acabara perjudicando a ellos. Hasta el punto de sufrir una importante caída en la bolsa.
El Gobierno de Giorgia Meloni aprobó de forma inesperada un nuevo impuesto que gravará al sector bancario. En concreto será un 40% sobre los beneficios extraordinarios que presenten. La medida cogió por sorpresa a todos, tanto a las entidades como a los inversores.
Los mercados se tambalearon durante la jornada del martes después de recibir este duro golpe. Italia sigue los pasos de España y ahora no se descarta que más países opten por crear estos tributos.
Como es lógico, lo que más han acusado esta noticia fueron las entidades italianas. Intesa Sanpaolo se desplomó un 8,67%, mientras que Unicredit lo hizo un 5,9%. Eso sí, las españolas tampoco se libraron de la onda expansiva.
Los seis grandes bancos del Ibex 35 registraron pérdidas de 3.160 millones en su capitalización conjunta. En este caso, los más perjudicados fueron Santander y Unicaja con caídas del -2,7% y -2,45%, respectivamente.
Pero también sufrieron las consecuencias de este impuesto las demás entidades. El Banco Sabadell se dejó un 2,16% en la última sesión, mientras que el BBVA lo hizo un 1,9%.
Por su parte, Bankinter y CaixaBank perdieron un 1,87% y un 1,5%. En la bolsa española la banca tiene un gran peso. De ahí que el índice bursátil se desplomara un 0,68% al término de la sesión.
¿A qué se destinará el impuesto?
El Gobierno italiano anunciaba que dicho tributo gravará con un 40% los beneficios de los bancos. El capital recaudado irá destinado a rebajar la carga fiscal de la ciudadanía, además de ayudar a los hipotecados.
Su vicepresidente, Matteo Salvini, expuso los motivos por los que adoptan esta medida. Lo justifica debido al incremento de los tipos de interés y a las consecuencias que ha tenido esto sobre las familias y empresas. Esgrime que "no ha habido una subida igual de rápida, diligente y significativa en cuanto a los consumidores que tienen depósitos en cuentas corrientes".
De momento no han querido entrar en detalles sobre la cantidad que podrían recaudar con este impuesto. En cualquier caso, ha asegurado que "basta mirar el primer semestre del año de los bancos" para darse cuenta de que serán cantidades elevadas. Lo elevan a varios miles de millones.
En su cuenta de Twitter también explicó que la decisión es "una norma de sentido común aprobada en el Consejo de Ministros". Todo ello con el propósito de "apoyar a quienes se encuentran en dificultades".
El departamento de Análisis de Bankinter indica que implica "un incremento significativo de la fiscalidad". Entre otras cosas "reduce la generación de capital del sector y genera incertidumbre regulatoria", publica El Mundo.
Italia sigue los pasos de España
España ya había adoptado una medida similar hace unos meses. El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó en la última legislatura una tasa que gravaba los beneficios extraordinarios de los bancos en 2023 y 2024.
Esta norma ya entró en vigor el pasado 1 de enero y las entidades ya han efectuado el primero de los pagos. En cualquier caso, la medida no pareció agradarles y optaron por presentar un recurso con el que pretenden dejar sin efecto esta tasa.
Hace unas semanas, tanto el PSOE como el PP se pronunciaron sobre la posibilidad de ampliar dicho impuesto más allá de 2024. Ambos desvelaban que estudiarían su continuidad, y más después de conocer los últimos datos de los bancos del primer semestre.
La caída de los bancos hace retroceder a Meloni
Una vez anunciado el impuesto extraordinario a los bancos, tanto las entidades italianas como las europeas, entre las cuales las españolas, sufrieron una notable caída en Bolsa. Por ejemplo, los bancos españoles perdieron 9.000 millones en tan solo unas horas.
Ante esto, el gabinete de Meloni ha tenido que dar marcha atrás en sus intenciones. Finalmente, el Gobierno italiano limitará el impuesto a los ingresos extraordinarios de los bancos al 0,1% de los activos de cada entidad.