El año pasado unas declaraciones del cineasta Martin Scorsese en las que arremetía contra las películas de superhéroes a las que negaba la condición de ser “verdadero cine” causaron cierto revuelo en la industria de Hollywood a la que, dicho sea de paso, siempre le ha puesto muy nerviosa que alguien critique sus fórmulas para ganar ingentes cantidades de dinero.
Como casi siempre hay que saber leer entre líneas para darse cuenta de que Scorsese no pretendía ofender a nadie, ni a sus patrones, ni a sus colegas directores de las producciones Marvel ni mucho menos a los espectadores que las devoran.
Sencillamente ponía de manifiesto una obviedad, que “su cine”, tanto el de sus directores favoritos que ama por encima de cualquier otra cosa como el que él mismo ha realizado durante más de cincuenta años de espléndida carrera profesional es otra cosa diferente a la saga de Los Vengadores.
A raíz de la polémica el propio Scorsese publicó un artículo en el periódico The New York Times en las que explicaba qué es para él el cine: «Para mí, para mis cineastas adorados, para los amigos que empezaron a rodar películas al mismo tiempo que yo, el cine consistía en una revelación estética, emocional y espiritual.
Consistía en unos personajes, la complejidad de las personas, contradictorias y a veces paradójicas, su capacidad de hacerse daño, y amarse, y de pronto enfrentarse a sí mismas.»
Cineasta universalmente reconocido y genial Scorsese ha firmado un buen puñado de obras maestras que están indiscutiblemente entre las más destacadas del cine norteamericano del último medio siglo y ha sabido crear un estilo personal y reconocible que a pesar de haber sido tantas veces imitado en realidad es inimitable.
Las señas de identidad de sus películas serían los personajes protagonistas complejos, imperfectos y a veces contradictorios mucho más cercanos a los antihéroes que al arquetipo del héroe clásico, los temas universales y atemporales como la importancia de la familia, la preservación de la cultura, la lucha existencial del individuo, el reverso oscuro del sueño americano o el cuestionamiento de la fe, y una dirección enérgica libre de artificios en la que la cámara siempre está en función de la historia y el retrato sicológico de los personajes.
Una biografía a 24 fotogramas por segundo
Martin Charles Scorsese nació un 17 de noviembre del año 1942 en el barrio Queens, en Nueva York. Es hijo de Catherine Cappa y Charles Scorsese, dos trabajadores de la industria textil pertenecientes a familias de emigrantes originarias de Palermo, Sicilia. Como no podía ser de otra manera se crió en el barrio de “Little Italy” que aparece como escenario en varias de sus películas.
Asmático desde niño la primera vocación del joven Martin fue el sacerdocio e incluso llegó a entrar en un seminario. Afortunadamente para los amantes del séptimo arte la influencia de John Ford, Visconti, Fellini o Michael Powell entre otros le quitaron la idea de ser cura de la cabeza y dirigió sus pasos hacia la dirección. Estudió cine en la Universidad de Nueva York.
Scorsese se ha casado seis veces, ha tenido tres hijas y se declara católico romano no practicante.
A lo largo de su trayectoria ha recibido numerosos reconocimientos entre los que se incluyen un Oscar (por Infiltrados en el 20011), tres premios BAFTA y tres premios Globo. Con nueve candidaturas a los Oscar como mejor director es el realizador vivo con más nominaciones y el segundo de la historia por detrás de William Wyler que tuvo doce. Su trabajo ha sido reconocido también por los grandes festivales de cine europeos, en Cannes ganó la Palma de Oro por Taxi Driver y en Venecia el León de Plata a la mejor dirección por Uno de los nuestros. En el año 2000 fue nombrado Caballero de la Gran Cruz de la Orden al Mérito de la República Italiana y en el 2018 fue premio Princesa de Asturias de las Artes.
Hasta la fecha ha dirigido 25 largometrajes de ficción y 16 películas documentales. Aunque es reconocido sobre todo por sus películas de gánsteres lo cierto es que en su filmografía hay títulos de diferentes géneros como el musical (New York, New York), la comedia (Jo, ¡qué noche!), el drama romántico (La edad de la inocencia), el thriller psicológico (El cabo del miedo o Shutter Island), el biográfico (Toro salvaje o El aviador) o incluso el histórico-religioso (La última tentación de Cristo). A continuación seleccionamos las cinco películas de Martin Scorsese que según nuestro criterio ningún buen aficionado al cine debería perderse.
Malas calles (1973)
Su tercera película, su primera obra maestra y su primera colaboración con Robert De Niro, su actor fetiche. Protagonizada por Harvey Keitel cuenta la historia de dos ladrones italoamericanos de medio pelo que tratan de hacerse un nombre en el complicado mundo de la mafia de Nueva York.
Malas calles recupera algunos personajes de su primera película ¿Quién llama a mi puerta? Muy destacado es el montaje de su eterna colaboradora Thelma Schoonmaker y la dirección de cámara con evidentes referencias al cine de autor europeo.
Malas calles (Martin Scorsese, 1973) [HD] | FlixOlé
Taxi Driver (1976)
La película que encumbró a Scorsese y ya de paso a Robert De Niro. Importantísimo fue el trabajo del guionista Paul Schrader que supo atrapar en sus páginas los traumas de la sociedad americana de los años setenta con Vietnam y el caso Watergate a la cabeza. Un desgarrador descenso a los infiernos de un ex marine con insomnio que trabaja como taxista nocturno en un Nueva York podrido y corrupto
La mítica frase “You Talkin’ to me?”, una de las más recordadas de la historia del cine la improvisó delante del espejo el propio De Niro. Taxi Driver es una alucinógena narración que ganó la Palma de Oro en Cannes y no se llevó el Oscar porque la academia optó por dárselo a Rocky en una pifia de libro. Una de las mejores películas de la década de los setenta y un film absolutamente de culto que es tan desasosegante y genial como el día que se estrenó.
TAXI DRIVER [1976] - Official Trailer (HD)
Toro salvaje (1980)
Rodada en blanco y negro Toro salvaje narra la historia del boxeador Jack la Motta, la ascensión al estrellato y la posterior caída de un tipo violento, visceral y excesivo que arrastrará en su decadencia a todo su entorno. De Niro da vida al púgil italoamericano en otra interpretación para el recuerdo y el papel de su hermano y mánager lo hace Joe Pecsi, uno de los actores con los que Scorsese ha trabajado repetidas veces.
Tan poética como a la vez áspera y dura su visionado te golpea como un gancho al hígado. De Niro obtuvo un premio Oscar por su extraordinario trabajo para el que engordó nada menos que veintisiete kilos.
Toro Salvaje - Raging Bull Trailer HD
Uno de los nuestros (1990)
¿Uno de los nuestros, El Padrino, Érase una vez de América, cuál de las tres retrata con mayor maestría el mundo de la mafia en la gran pantalla? Es difícil saberlo, de lo que no cabe ninguna duda es que Uno de los nuestros es una obra maestra descomunal e irrepetible, quintaesencia del cine de gánsteres y ejemplo canónico de las virtudes que atesoran las películas de Scorsese: una dirección soberbia, un montaje enérgico y vibrante y unos personajes de moralidad más que dudosa atravesando un vía crucis a los que dan vida unos intérpretes brillantes en estado de gracia.
Henry Hill es hijo de padre irlandés y madre siciliana, vive en Brooklyn y se siente fascinado por la vida que llevan los gánsteres de su barrio. A la edad de trece años entra a formar parte de la organización mafiosa como chico de los recados, una decisión que marcará su vida para siempre.
Uno de los nuestros (Trailer en castellano)
El lobo de Wall Street (2013)
Con 70 años ya cumplidos Martin Scorsese consiguió con El lobo de Wall Street el mayor éxito comercial de su carrera recaudando casi 400 millones de dólares en todo el mundo. Una película arrolladora, brutal y enérgica que funciona al mismo tiempo como sátira y glorificación del capitalismo salvaje. Entretenida y vibrante esta radiografía sin escrúpulos sobre Wall Street de tres horas de duración que pasan en un suspiro está repleta de escenas inolvidables. Brillantísima actuación de Leonardo DiCaprio, otro actor que se ha convertido en habitual en las películas de Scorsese.