Los vehículos con las etiquetas B y C, que son la amplia mayoría, deben prepararse para lo que les deparará el 2023. Algunos modelos deberán hacer frente a una serie de cambios que surgen con intención de modificar el modelo de movilidad de las grandes ciudades.
La Ley de Cambio Climático y Transición Energética impuso en 2021 la obligación de instaurar nuevas zonas de bajas emisiones en algunos municipios. En concreto en aquellos con más de 50.000 habitantes. La fecha elegida sería este 2023.
El objetivo que persigue esta medida es limitar el tráfico de vehículos en el centro de las ciudades y así reducir el riesgo de contaminación. Todavía no se han adoptado soluciones en la mayor parte de territorios. Eso sí, Madrid y Barcelona, sí que se han convertido en unos referentes.
Desde hace tiempo ya funcionan las Zonas Bajas Emisiones (ZBE) en ellos. Hay que aclarar que otros municipios también cuentan con su propio ZBE, pero solo se activan cuando hay episodios de elevada contaminación. Entre ellas están Sevilla, Valladolid o Valencia.
Pero las nuevas Zonas de Bajas Emisiones guardarán más similitudes con Madrid 360 o la ZBE del área metropolitana de Barcelona. Así lo recogía hace unos meses el portal especializado autopista.es. Los vehículos más afectados por esta medida serán aquellos que se incluyan dentro de la categoría medioambiental A.
Dentro de este grupo se encuentran los que no tienen derecho a distintivo. Afecta a los automóviles de gasolina previos a 2001 y los diésel anteriores a 2006. Ningún de estos vehículos puede entrar en las ZBE de Barcelona o Madrid.
¿Qué ocurrirá con los que tengan distintivo B y C?
Son muchos los que cuentan con etiqueta B y C. También tenían restringida la libre circulación por las calles de las principales ciudades españolas. En el caso de la capital, únicamente tenían la posibilidad de acceder al Distrito Centro de Madrid para estacionar en un parking público.
Por su parte, en la ZBE de Plaza Elíptica de Madrid o en Barcelona, pueden circular sin ningún tipo de limitación. En cualquier caso, los coches con estas etiquetas todavía disfrutan de una cierta libertad a la hora de moverse por las ciudades. Pero en un futuro próximo serán las siguientes en soportar las restricciones. En un primer instante afectará a los del distintivo B y luego a los del C. Mejor fortuna tendrán los ECO, que carecen de limitaciones.
Qué coches llevan la etiqueta B y la C
En muchas ciudades ya obligan a utilizar estas pegatinas identificativas para circular y aparcar en sus calles. Posiblemente todavía no conozcas las diferencias que existen entre las etiquetas B y la C.
La etiqueta B se distingue a simple vista por su color amarillo. Son el distintivo que portan los automóviles de motor de gasolina que fueron matriculados entre 2001 y 2005. También se encuentran en esta categoría los diésel de entre 2006 y agosto de 2015.
En cuanto a los de etiqueta C, el color de la misma será verde. La incorporan los vehículos de gasolina matriculados desde 2006 y los diésel desde el 1 de septiembre de 2015.
La idea del Gobierno
El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico trabaja en un decreto para fijar una "norma específica" general para todas las ZBE. En el citado borrador que se había presentado en su día ya se advertía de lo que estaría por llegar.
"Las prohibiciones o restricciones de acceso afectarán prioritariamente a los vehículos con más potencial contaminante". En el citado texto mencionaban a los de etiqueta A, para progresivamente ir incorporando a "los vehículos B y C". Por lo tanto, estos últimos ya están en el punto de mira de las administraciones.