Las transferencias bancarias suelen ser muy habituales en el día a día de cualquier persona. Sin embargo es preciso tener en cuenta que hay una serie de limitaciones en cuanto a las cuantías. A partir de cierta cifra, Hacienda nos exigirá una explicación respecto a su origen o destino.
Las entidades financieras tienen la obligación de comunicar a la Agencia Tributaria las transacciones que se hagan con grandes sumas de dinero. De esta manera se pretende luchar contra el fraude fiscal, el blanqueo de capitales y cualquier actividad ilícita. De no cumplir con esta normativa el cliente puede exponerse a importantes sanciones que llegan hasta los 2.500 euros.
Hacienda controla todo tipo de transacciones, pero en realidad le concede una mayor atención a las operaciones que muevan elevadas cuantías. No les importa si dicha gestión se realiza entre familiares o amigos. Insisten en que no se puede alegar el desconocimiento de la norma para saltarse dicha medida.
¿Cuál es la cantidad máxima de dinero en una transferencia?
El ciudadano puede realizar todas las transferencias que desee y por el importe que necesite. Eso sí, llegado el momento, si supera los límites que fija el fisco tendrá la obligación de dar explicaciones.
En cualquier caso, el tope para realizar este tipo de operaciones sin ser multado por la Agencia Tributaria asciende a 6.000 euros. Así lo estipula la Ley 10/2010 de prevención de blanqueo de capitales. De rebasar este importe tendrá la necesidad de informar sobre dicho movimiento. Sucederá lo mismo cuando se traten de transacciones superiores a 10.000 euros. Hacienda nos pedirá una serie de explicaciones.
Los bancos se presentan como el gran aliado de Hacienda
El límite impuesto que se impone en una transferencia sin necesidad de soportar el control de Hacienda es de 6.000 euros, publica Noticias Trabajo. Pero si la entidad financiera sospecha algo irregular en cualquier operación, al margen de la cuantía, tendrá que ponerlo en conocimiento del fisco.
Cualquier cambio en la posesión o ubicación del dinero pasa a considerarse como movimiento. Esto no solo afecta a las transferencias, también a otras gestiones que impliquen a los cheques, pagarés u órdenes de pago al portador. En este apartado también se incluyen las tarjetas prepago no nominativas y las monedas que cuenten con un mínimo de 90% de oro.
A partir de los 3.000 euros, tanto los bancos como los ciudadanos tendrán que notificar sus movimientos. También cuando las operaciones se efectúen con billetes de 500 euros al margen del importe con el que se trabaje. De no cumplir con la obligación de informar a Hacienda, la multa llegará hasta los 2.500 euros.
Lo que debes hacer para que no te sancionen
En realidad, las multas irán desde el 2% hasta el 25% del importe que no se declare. Cuando la sanción económica se sitúe por encima de los 10.000 euros, la multa ser reducirá, por tanto, a 2.500 euros.
Si el contribuyente desea evitarse un conflicto con la Agencia Tributaria, lo mejor es que se ajuste lo máximo posible a la normativa. Para ello, Hacienda pone a su disposición el modelo de tributación S1, en donde tendrá que notificar las transacciones realizadas. En él debe incluir los datos del emisor y beneficiario, así como el origen y destino del dinero.
Cuando se complete debidamente habrá la posibilidad de presentarlo telemáticamente con la Cl@ve Pin o el certificado electrónico. Revisa que todo vaya correctamente. Cualquier fallo u omisión de dato puede ser castigado con una sanción de 150 euros.