Más de una década ha pasado desde que naciera el Movimiento 140 en nuestro país, algo de lo que muchos pueden no estar al corriente. Este movimiento pedía que subiera el límite de velocidad a 140 km/h en las autovías y autopistas españolas.
Sin embargo, esto es algo que la DGT nunca ha tenido en cuenta. Tan solo un año más tarde, se bajó el límite de los 120 km/h a los 110. Esta medida, no obstante, tan solo duró 4 meses, y eso que se cambiaron todas las señales.
Hace tan solo un año, por otra parte, la DGT volvió a plantear bajar el límite. En este caso, la medida serviría, además de para aumentar la seguridad, para ahorrar combustible. Pero esto no sucede en otros países europeos, que se plantean justo lo contrario.
El límite de velocidad, un tema escabroso para la DGT
La DGT siempre ha tenido en mente disminuir los límites de velocidad, nunca subirlos. Esto es algo que choca con lo que sucede en otros países de Europa, pero parece que España no utiliza al resto de los estados miembro como espejo.
Hace no mucho tiempo, el límite se bajó en las carreteras convencionales, así como en ciudad. En otros países, por su parte, ya empiezan a barajar ascender el límite a 150 km/h.
Los países europeos que se plantean elevar el límite de velocidad
Dos de los países que tienen en mente esta medida son la República Checa e Italia. En la actualidad, la velocidad máxima en autovías y autopistas en estos puntos es de 130 km/h, 10 km/h más que en España. El límite se quiere subir a 150 km/h.
El país que más cerca está de conseguirlo es República Checa. El pasado mes de junio, la medida fue aprobada con apoyo mayoritario en el Congreso, con 163 votos en contra y 169 a favor. No obstante, se debe aprobar también en el Senado.
¿Cómo propone la República Checa esta subida?
Desde República Checa proponen que esta subida solo funcione en algunos tramos. En ellos se deberá instalar una señalización variable que permite bajar la velocidad si las condiciones no acompañan. Si se aprobara, el cambio llegaría en enero de 2024 hasta 2026.
Estos dos años funcionarían a modo de prueba para ver qué sucede con los accidentes relacionados con la velocidad y si los conductores siguen pisando de más el acelerador. Ambos son los miedos principales de dicha medida.
El caso particular de Italia
Hablando de Italia, la propuesta la realizó Matteo Salvini, ministro de Infraestructuras y Transportes. El ministro piensa que los límites “son anacrónicos” debido a las potencias actuales de coches y motos. La oposición está en contra por la seguridad y el medioambiente.
Como sucedería en República Checa, el límite no sería generalizado, sino solo en algunos tramos. Ya se propuso esta medida en 2009, 2019 y 2021. Sin embargo, nunca han salido adelante.
Ambos países pretenden seguir el ejemplo de Alemania
El Gobierno de Italia piensa que las autopistas son seguras y que se puede circular a dicha velocidad sin problema. Para apoyarlo, se basan en los datos de siniestralidad.
En 2019, se registraron 310 accidentes en vías rápidas de alta capacidad, como autovías y autopistas, en comparación con los más de 1.500 de las carreteras convencionales. Por este motivo, piensan que la medida podría ser efectiva.
República Checa e Italia se fijan en la medida de Alemania, que tiene como ejemplo las Autobahn, carreteras donde no existe límite. Aunque no son todas las vías, ya se barajó colocar un límite de 130 km/h, que se aplica ahora como recomendación.