Lleves una vida más o menos ajetreada, tú también acabarás cayendo en la "trampa" de tener que comprar comida preparada. Y aunque la mayoría de supermercados ofrecen una gran variedad de platos preparados, hay veces que quieres salirte un poco del tiesto y atreverte con algo que no habías probado antes.
Pero por muchas ganas que le pongas, no todo lo que compres tiene que saber cómo te esperabas... Por suerte o por desgracia, el darle una oportunidad a según productos te sirve para saber que con una vez comprándolos tienes más que suficiente.
El arroz tres delicias de Lidl, la triste imitación de un gran plato
Aunque es cierto que Lidl tiene bastantes platos preparados, esta vez he decidido darle una oportunidad a su sección de platos asiáticos. Allí, es posible encontrarse con productos como tallarines al wok o arroz tres delicias. Pero al final, me he decantado por la segunda opción.
De fácil preparación, cada unidad contiene entre 300 y 350 gr, por lo que es una cantidad perfecta para dos personas. Además, no te roba mucho más tiempo del necesario, ya que puedes meterlo en el microondas durante 2 minutos y tenerlo listo.
Por si fuera poco, no es demasiado caro, sobre todo, si comparas su precio con el de otros platos preparados. Te decantes por los tallarines o el arroz, su coste es de 2.39 euros. A esto último, también hay que añadir que de aspecto tiene buena pinta, aunque en este caso se trata de harina de otro costal.
Sin embargo, hasta aquí han llegado sus aspectos positivos, los cuales son más bien escasos. Pese a las intenciones de Lidl por reproducir una de las recetas más conocidas de la gastronomía asiática, este plato se queda en un burdo intento.
Su sabor dista muchísimo del de la receta original
Hablemos claro, es iluso esperar que los platos preparados sepan igual, igual que los platos caseros. Pero de ahí a que el sabor no se parezca en nada, hay una gran diferencia. Por ello, considero que este plato de Lidl es una auténtica decepción.
Si compro un plato que se anuncia como arroz tres delicias, lo que espero comer es precisamente eso, o al menos un plato con un sabor similar. El problema de este arroz es que se trata de una mezcla inconsistente de ingredientes, sobre la cual el único sabor que destaca es el agrio.
Así que de nada sirve que se anuncie que para su preparación se han usado "huevos de gallinas criadas en suelo", porque a no ser que dispongas de un sentido del gusto fuera de lo común, ni te darás cuenta de la calidad de los huevos.
Una de las cosas más sorprendentes de este arroz es que, antes de que te decepcione por su sabor, ya lo hace por el aroma que desprende. Lo lógico sería que al calentar el plato, tu apetito se abriese al notar lo bien que huele. Pues bien, en este caso, se trata de la crónica de una muerte anunciada. Nada más abrirlo y meterlo en el microondas, ya puedes hacerte de una idea de lo que te espera: un viaje gastronómico con muchas turbulencias.
¿Recomendaría este plato a otros clientes?
Aunque creo que se ha podido intuir de forma bastante clara qué opino sobre este plato, la respuesta es no. Y para que os imaginéis la firmeza de mi decisión, no se la recomendaría a nadie, ni siquiera a la profesora que me suspendió con un 4,9.
Sin embargo, como todo el mundo, seguro que cuenta con algún público, por lo que probablemente haya alguien dispuesto a probarlo y que disfrute de su ingesta, por mucho que este no haya sido mi caso.