Los expertos alertan de la necesidad de cuidar los ojos tanto como la piel ante la exposición al sol. Indistintamente de si se acude a la playa, a la piscina o a pasear: la protección ocular es suma.
Una de las prácticas más dañinas para los ojos es llevar gafas de sol que no están homologadas o que no son las más óptimas para el cuidado de los ojos ante los rayos ultravioleta. Los científicos informan de que las lesiones oculares pueden ser muy graves si no se toman precauciones.
La Agencia Estatal de Meteorología informa de que los niveles de radiación ultravioleta son muy altos o extremos cuando el cielo está completamente despejado. En otras palabras, el riesgo en este caso es tremendamente elevado.
En general, existe una conciencia colectiva de cubrir el cuerpo con protección solar para prevenir quemaduras. Sin embargo, el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) alerta de que los ojos suelen ser descuidados y no se protegen contra el sol como es debido.
Los ojos expuestos al sol por un largo periodo de tiempo, 'absorben' la radiación. Este es el principio de las lesiones oculares más dañinas. El ADN celular de los ojos muta con dicha exposición y puede generar bultos, úlceras o pecas conocidos como tumores palpebrales malignos.
Un tumor de este calibre no presenta ninguna sintomatología. Ni siquiera picor o lagrimeo. Sin embargo, es crucial acudir al oftalmólogo de inmediato para prevenir el comienzo de una enfermedad mucho más grave.
Mutaciones en la córnea
Puede darse el caso de sufrir unas alteraciones llamadas pterigion y pinguécula. El doctor Óscar Gris, del Departamento de Córnea y Cirugía Refractiva de IMO, las define como como «enfermedades multifactoriales, que suelen aparecer en personas con cierta predisposición genética y que, además, se exponen al sol o al viento de forma continuada y sin protección».
La solución ante la aparición de este tipo de alteraciones es sencilla si se detectan a tiempo. De lo contrario, pueden exigir la entrada a quirófano. El Instituto de Microcirugía Ocular las describe como «crecimiento anormal de la conjuntiva sobre la córnea».
Queratitis por la sequedad ocular
La queratitis supone una inflamación en la córnea debido a la sequedad ocular. Cuando esta se manifiesta, la córnea suele enrojecer, la visión empeora, el ojo 'llora' má.
Además, puede aparecer la fotofobia (sensibilidad a la luz). En definitiva, es molesta. Esta enfermedad tiene tratamiento y, por lo general, el paciente no suele experimentar secuelas tras solventar el problema.
Cataratas, envejecimiento prematuro
Los ojos, al igual que la piel, envejecen con su exposición al sol. En el caso de los ojos, suele ser muy común la aparición de las cataratas. En palabras del doctor Óscar Gris, «una exposición continuada a los rayos ultravioleta, sin la protección adecuada, acelera el proceso de degeneración o envejecimiento del cristalino, lo que provoca que la catarata se manifieste antes».
La población que supera los 50 años suelen ser las personas más vulnerables a la aparición de cataratas. Es más, las cataratas suponen la principal causa de pérdida de visión en las personas con más de 65 años.
Una manera de prevenir o retrasar la aparición de esta enfermedad es la protección ocular. Pero también el alcoholismo, el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión, la diabetes o los antecedentes familiares son factores relacionados con la aparición de las cataratas. Envejecimiento del párpado
El envejecimiento de la piel del párpado es otro de los problemas derivados de la sobreexposición al sol. «El fotoenvejecimiento se caracteriza por dar lugar a arrugas, sequedad y flacidez», detalla la doctora Eva Ayala, oftalmóloga del Departamento de Oculoplástica, Estética y Rejuvenecimiento Oculofacial de IMO.
Para evitarlo, debemos usar el protector solar más óptimo en función de nuestra piel. Además, la crema solar debe echarse antes de tomar el sol y después de salir del agua.
Soluciones
El primer paso para proteger los ojos del sol es usar una buena crema. También hay que tener en cuenta que la radiación ultravioleta varía en función de las franjas horarias del día.
De tal modo que entre las 12 y las 15 horas, la radiación es mucho más elevada por lo que hay que estar muy bien protegidos y no permanecer mucho tiempo al sol. Además, son muy importantes las revisiones periódicas.
Los expertos en oftalmología de IMO defienden la necesidad de utilizar gafas de sol homologadas CE y con el filtro oportuno para cada ocasión. Por ejemplo, para ir al mar o a la alta montaña lo mejor son los filtros polarizados que eliminen los reflejos, así la luz no incide desde varios ángulos.