Durante los meses de confinamiento las nuevas tecnologías han sido claves. Se celebraron cumpleaños, comidas, reuniones, partidas de juegos... Eso sí todo ello de forma virtual y sin salir de casa. Pero si hay algo que destaca por encima de todo esto es la aparición de las llamadas bibliotecas virtuales.
Aunque no es un fenómeno nacido durante la crisis sanitaria, ya que es anterior a ella, sí ha alcanzado altas cotas de seguimiento en pleno aislamiento. Este método consiste básicamente en ver a otros estudiar a través de diferentes canales de ‘YouTube’. El objetivo no es otro que concentrarse y estudiar también. La idea es crear lo más parecido a una biblioteca física donde motivarse unos a otros por el mero hecho de verse estudiando.
Con tan sólo buscar en internet ‘Estudia conmigo’ o su versión inglesa ‘Study with me’ enseguida aparecen vídeos de ‘YouTube’ en los que se ve a gente estudiando. El canal ‘Diario de un MIR’ es uno de los más famosos. Con más de 95.000 suscriptores, uno de sus vídeos ronda las 355.000 visualizaciones. En él se usa el método Pomodoro.
Vídeos adaptados para todos los gustos
La idea es que haya una conexión absoluta entre el ‘youtuber’ y sus aplicados seguidores. Por este motivo, el sistema Pomodoro se utiliza bastante en este tipo de vídeos. El método consiste en estudiar absolutamente concentrado durante bloques de 25 minutos. Entre ellos se hacen descansos de 5 minutos.
Quienes se encargan de hacer estos vídeos indican también las características de estos en sus descripciones. La idea es que quien lo visualice pueda elegir el que más se adapta a sus necesidades y gustos. Cuánto tiempo dura el vídeo, si hay música de fondo o no y el método a seguir son algunas de las características que se incluyen estas descripciones.
Lo cierto es que estas bibliotecas virtuales están ayudando a muchos a concentrarse en casa y a sacar adelante sus estudios. El ver a otra persona estudiando está claro que está ayudando a quienes les cuesta más sentarse y abrir los libros.