Existen algunos alimentos o productos de procedencia animal, concretamente aquellos elaborados con leche, que pueden provocar síntomas de indigestión o intolerancia, nos referimos a aquellos que contienen lactosa.
Pero, ¿por qué ocurre esto? A lo largo de este artículo descubriremos qué es la lactosa y la intolerancia a esta, cuáles son sus síntomas y los productos con y sin lactosa que podemos encontrar en el mercado.
¿Qué es la lactosa?
La lactosa es un disacárido, un glúcido formado por 2 monosacáridos: β-D-galactosa y β-D-glucosa. El carbono anomérico de la molécula de β-D-galactosa reacciona con el grupo hidroxilo C-4 de la molécula de β-D-glucosa para formar el enlace glucosídico.
Este elemento constituye la forma de azúcar presente en la leche obtenida de los mamíferos -menos de la foca y la morsa. Es la única fuente de esta sustancia obtenida de forma natural.
Propiamente, no es absorbida en la mucosa intestinal, sino que se absorben los dos monosacáridos que la componen cuando son liberados por la enzima lactasa. La actividad de ésta es máxima cuando somos niños, pero en la etapa adulta solo queda elevada en personas que tienen el fenotipo persistencia de lactasa. Esta enzima es codificada por un gen que únicamente es expresado en células del intestino delgado.
Posteriormente, es descompuesta en sustancias que son absorbidas en el torrente sanguíneo por las células que recubren el intestino delgado.
Cuando ingerimos productos lácteos como quesos, yogures o simplemente la leche, este componente se introduce en el sistema digestivo y se descompone en los azúcares más simples: la glucosa y la galactosa.
El hígado es el órgano encargado de transformar la galactosa en glucosa, que luego ingresa en el torrente sanguíneo y aumenta entonces los niveles de glucosa en sangre.
La utilización de ésta como sustrato de fermentación es una de las funciones más importantes que presenta. Las bacterias del ácido láctico lo que hacen lo producen a partir de lactosa. Esto constituye el inicio de la formación de los productos lácteos fermentados.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
Esta condición es definida como la incapacidad del organismo para poder digerir este disacárido. Ocurre cuando debido a una deficiencia de lactasa, la lactosa no se consigue degradar por completo en el cuerpo y el nivel de glucosa en sangre no aumenta.
Si bien no es una condición muy peligrosa, causa molestias graves. Se cree que el 75% de la población adulta general no es capaz de producir suficiente enzima lactasa y por lo tanto está en riesgo de presentar algunos o todos los síntomas de la intolerancia a la lactosa.
Esta enfermedad es causada por afecciones y lesiones del sistema digestivo que provocan una producción mucho menor de lactasa. Aunque existen casos de personas que nacen sin la capacidad de producir esta enzima, también es posible que el cuerpo de forma natural el cuerpo deje de producir la enzima.
Síntomas relacionados
Los síntomas principales de esta condición médica incluyen náuseas, calambres, diarrea, hinchazón y gases. Éstos suelen aparecer generalmente entre los 30 y los 120 minutos después de haber consumido alimentos con esta sustancia. También se puede experimentar vómitos, dolor en la parte baja del estómago y estreñimiento.
Los tipos de síntomas asociados a la intolerancia varían en función de la cantidad de lactosa consumida por la persona y de su capacidad para tolerarla. Como consecuencia la gravedad de éstos también es distinta en cada caso.
¿Cuáles son los alimentos con lactosa?
Los principales alimentos que contienen lactosa son la leche entera, los yogures, así como quesos, la nata y los chocolates y helados con leche. No obstante existen otro tipos de productos que aunque se conozca menos también tienen este componente en su composición.
Por ejemplo, todos los preparados cárnicos que son envasados, así como carne en fiambre de pavo, cerdo o pollo la contienen como conservante. Las gominolas y aperitivos como patatas fritas con sabores añadidos, pipas o frutos secos que contengan sabores especiales e incluso chicles, son productos que también la llevan.
También los alimentos que son bajos en calorías contienen un componente conocido como Lactitol que es un derivado de esta sustancia y que hace una función de edulcorante. Asimismo, las galletas también contienen suero de leche, leche en polvo o simplemente como aditivo.
Finalmente, existen otros alimentos como el pan -generalmente envasados o de molde- vinos y licores y medicamentos que también la contienen. En el caso de los productos alcohólicos, existen algunas empresas que utilizan derivados lácteos como el lactosuero para hacer este tipo de bebidas.
Asimismo, existen fármacos, sobre todo aquellos que son antibióticos, antidepresivos y anticonceptivos, que presentan lactosa como excipiente para conservar sus propiedades.
¿Y los productos sin lactosa?
En muchos supermercados ya podemos encontrar una sección especialmente dedicada a aquellos alimentos que no contienen este disacárido. Los principales productos que podemos encontrar son:
Leche sin lactosa
Leche condensada
Queso
Yogures
Mayonesa
Caramelos
Batidos
Tabletas de chocolate
Pasteles
Galletas
Otras salsas
Levadura
Pan de molde
Los alimentos naturales y frescos como la fruta, los cereales, los mariscos, la carne, el pescado, las legumbres, el tofu y las leches vegetales -de coco, avena, arroz o soja- son alimentos que no contienen de por sí esta sustancia.
Aún así, es importante mirar la composición de los alimentos que ingerimos en el caso de que tengamos tolerancia a la lactosa y sobre todo si los compramos en supermercados.
Referencias bibliográficas:
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