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Bebé bebiendo de un biberón

Lactancia materna: propiedades y beneficios que debes saber

Analizamos la evidencia científica disponible en torno a si es bueno o no dar el pecho a los bebés.

La lactancia materna es uno de los temas que más interesan y preocupan a las mujeres que acaban de convertirse en madre. Existe de manera permanente el debate sobre si es mejor dar el pecho al recién nacido o no hacerlo, y sobre las implicaciones reales de ambas opciones.

Muchas son las dudas al respecto y existe gran cantidad de estudios que avalan posturas muy diversas. Por ello en este artículo vamos a mostrar en qué consiste la lactancia materna y cuáles son los pros y los contras de dar el pecho durante los primeros meses de vida. También describiremos un concepto relevante en este área: el de las crisis de lactancia.

¿En qué consiste la lactancia materna?

La lactancia materna es una forma de alimentación del bebé recién nacido en la que éste ingiere la leche producida por los senos de la madre. Esto es posible gracias a que las glándulas mamarias se preparan para amamantar ya desde la pubertad.

Cuando una mujer está embarazada su organismo produce una serie de hormonas que avisan de la gestación y de la llegada de un nuevo individuo. Durante el embarazo las mamas crecen y se amplían los conductos que darán paso a la leche.

Etapas de la producción de leche

La leche materna pasa por diferentes fases según el tiempo que hace que se dió a luz al bebé. Durante los primeros 3 o 4 días se produce el calostro, un líquido amarillo de alta densidad que está compuesto por 2 gramos de grasa, 4 de lactosa y 2 de proteína por cada 100 ml.

El calostro contiene gran cantidad de vitaminas y otros nutrientes, pero sobre todo aporta lactoferrina, una proteína protectora importante en el desarrollo del sistema inmune del bebé, además de linfocitos y macrófagos, asociados también a las defensas del organismo.

Pasados unos días aparece  la leche de transición, que se da entre el cuarto y el quinceavo días después de haber dado a luz, aproximadamente. En este momento aumenta de manera significativa la producción de leche. Se trata de un periodo muy fluctuante y heterogéneo, que varía mucho en función de la persona.

Dos semanas después del parto la leche ya está madura  y aporta gran cantidad de elementos nutricionales que van variando a lo largo de los días, adaptándose a las necesidades del bebé.

Propiedades de la leche materna

La leche materna, en última instancia y admitiendo la variabilidad comentada anteriormente,  está compuesta por un 88% de agua, un 9% de proteínas y un 3 % de grasa aproximadamente. Los hidratos de carbono, como la lactosa, están presentes en muy baja proporción.

Los ácidos grasos esenciales que el organismo no puede generar, como el ácido graso linoleico y el linolénico, también están presentes en la composición de la leche materna, obtenidos de los alimentos que consume la madre.

Beneficios de la lactancia materna

Una vez expuestos los componentes de la leche materna, resulta lógico que presente una gran cantidad de propiedades necesarias para el desarrollo del bebé, pero existe controversia sobre si las leches artificiales pueden aportar estos beneficios de manera similar.

Como dato relevante, cabe destacar que desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se recomienda la lactancia materna durante los primeros seis meses de vida. A partir de aquí, se han realizado múltiples estudios acerca de los beneficios reales de la lactancia materna.

En un estudio de Conde y colaboradores (2015) se encontró que la lactancia materna es un factor protector contra el sobrepeso infantil. En concreto, proporcionar leche materna durante los primeros 6 meses de vida parece reducir en un 4% la aparición de obesidad.

Prevención de enfermedades del bebé y de la madre

Además, en un metaanálisis de Allen y Hector (2005) se observó que la lactancia materna está relacionada de manera directa con la  prevención de enfermedades gastrointestinales e infecciones respiratorias, y probablemente también con el desarrollo cognitivo del bebé.

También se baraja la posibilidad de que la lactancia materna actúe como factor protector de la diabetes mellitus insulinodependiente (DMID) o tipo 1. En cuanto a los beneficios para la madre, se observó que dar el pecho reduce el período de infertilidad post parto.

En la revisión realizada por Cava, Lutter, Ross y Martin en el año 2002 se obtuvieron resultados positivos en cuanto a la prevención de cáncer de ovario y de la menopausia prematura en las madres  que dan el pecho a sus bebés.

Estos beneficios no se han encontrado con la alimentación de leches artificiales; aun así, la buena nutrición del bebé queda cubierta con los compuestos lácteos que actualmente están en el mercado.

Crisis de lactancia

Las llamadas crisis de lactancia o de crecimiento ocurren durante el primer año  de vida del bebé. En este momento el organismo les pide más energía y el número de tomas diarias requeridas por el pequeño aumentan exponencialmente.

El bebé se muestra más inquieto y quejica, lo que lleva a las madres a plantearse si seguir con la lactancia o pasar a la leche artificial por miedo a no estar nutriendo de manera correcta a su pequeño.

Realmente estas crisis de lactancia se producen en diferentes etapas del desarrollo del bebé y suelen ser los momentos en que se ajusta la demanda de alimento del bebé a la leche producida por la madre.

Por lo tanto, las crisis de lactancia son normales y no es necesario alarmarse por ellas: en general se solventan en cuestión de semanas y no se asocian a ningún problema grave en la producción de la leche. Aún así es importante no forzar ni insistir en que los bebés mamen.

El punto medio: la lactancia mixta

Para aquellas madres que no puedan permitirse, por tiempo u otras causas, proporcionar una alimentación basada exclusivamente en leche materna a sus pequeños, existen alternativas como la lactancia mixta.

En la lactancia mixta se combina lactancia materna con la de leche artificial en biberón. Es recomendable iniciar al recién nacido en la lactancia únicamente materna antes de introducir el biberón ya que es importante que aprendan a succionar de manera correcta.

Esta introducción de biberón debe hacerse de manera gradual, tanto por el bien del bebé como por el de la madre. La producción de leche se irá reduciendo a medida que los biberones sean más habituales.

Referencias bibliográficas:

  • Allen, J., Hector, D. (2005) Benefits of breastfeeding. New South Wales Public Health Bulletin, 16: 42-46.

  • Cava, N., Lutter, C., Ross, J. & Martin, J. (2002) Quantifying the Benefits of Breastfeeding: A Summary of the Evidence. Washington D.C.: PAHO.

  • Conde, C., Cid, M., Morenza, J. L. & Díaz, G. (2015). Prevalencia de obesidad infantil y lactancia materna. Revista Enfermería Castilla y León, 7: 1.