Una gran parte de la sociedad, que tiene bajos recursos económicos o dificultad para encontrar un empleo estable, puede recibir un sustento económico indispensable para su estabilidad financiera: las subvenciones o ayudas.
Las razones por las que el gobierno español ofrece ayudas económicas a diversos colectivos son varias. Sin embargo, el objetivo principal de todas ellas no es otro que promover la igualdad, proteger los derechos y mejorar la calidad de vida de ciertos grupos.
Las ayudas económicas buscan, entre otros motivos, reducir la brecha entre diferentes grupos sociales, como personas desempleadas, familias monoparentales o personas con discapacidad, entre otros.
Las ayudas que se pueden solicitar en España
Su sistema proporciona una red de seguridad para aquellos que se encuentran en situaciones difíciles. Estas pueden incluir prestaciones por desempleo, pensiones, subsidios por enfermedad, entre otros, para garantizar que las personas puedan cubrir sus necesidades básicas y mantener un nivel de vida digno.
Algunos de los colectivos que se suelen ver favorecido por las ayudas son los adolescentes o jóvenes que inician su carrera laboral y que necesitan un impulso. En ocasiones, las ayudas van destinadas a empresas para fomentar el empleo con la contratación de determinados colectivos, pero es más complicado que sean los propios jóvenes los que reciban estas ayuda.
En España, cobran el paro la mayoría de personas que pierden su empleo. Como ya todos sabemos, se trata de un subsidio por desempleo que te permite tener ciertos ingresos hasta que se consiga un nuevo empleo.
Pero no todo el mundo consigue cobrar este paro, ya que se necesita haber cotizado un tiempo suficiente. Bajo esta premisa, solo los jóvenes con una experiencia laboral superior a los 360 días cotizados cobrarán el paro.
No será necesario llegar al año para obtener esta ayuda
La gran novedad es que no será necesario esta vez cotizar esos 360 días al año para recibir esta subvención otorgada por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). La cuantía de esta ayuda es de 480 euros al mes, el 80% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM).
Por lo que representa una más que interesante posibilidad económica para que los jóvenes que no consiguen encontrar empleo hagan frente a sus gastos, por una duración de hasta los 21 meses.
A priori suena bastante bien ¿verdad? Pues aún no hemos dicho lo mejor. Y es que esta ayuda puede tener una cuantía total de hasta 10.080 euros, una amplia cantidad de dinero que, sin duda alguna, ayudaría a los jóvenes a hacer frente a sus gastos. Sin embargo, no todo es tan increíble como suena, ya que ese montante depende del tiempo que se haya cotizado en el país o de si se tienen cargas familiares.
Las cargas familiares se refieren a las responsabilidades y necesidades económicas que una persona tiene a cargo debido a su situación familiar. Generalmente, se utiliza este término en el contexto de beneficios o deducciones fiscales relacionadas con la situación familiar de un contribuyente.
La existencia de cargas familiares puede afectar a la base imponible de una persona. Esto se debe a que puede reducir su capacidad económica debido a las necesidades y gastos asociados al cuidado y manutención de los miembros de su familia.
¿Qué requisitos necesito para obtener esta ayuda?
Son cuatro los requisitos indispensables que hay que tener para poder acogerse a esta ayuda. La primera es obvia: estar en situación legal de desempleo. La segunda es haberse inscrito como demandante de empleo y haber suscrito el compromiso de actividad.
Si se tienen responsabilidades familiares, es necesario durante un mínimo de 3 meses y en el caso de que no se tengan es de 6. El último es no percibir rentas superiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que es en la actualidad 810 euros mensuales. Si cumples todos estos requisitos, estas de enhorabuena, ya que puedes optar a esta cuantiosa ayuda.