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Una mujer aireándose con un abanico naranja

Insolación (golpe de calor): síntomas, remedios y prevención

La insolación o golpe de calor es muy habitual cuando las temperaturas son altas, como en verano.

La insolación o golpe de calor forma parte de las hipertermias, esto es, el grupo de trastornos relacionados con el calor, y puede comportar consecuencias muy peligrosas tales como el daño en órganos internos del cuerpo e incluso la muerte.

Los síntomas del golpe de calor incluyen una temperatura corporal de 40 grados o más y la confusión mental, entre otros. Para evitar este problema es importante beber agua de forma regular, llevar ropa holgada y no exponerse directamente al sol durante mucho tiempo.

A continuación revisaremos qué es la insolación y cuáles son sus causas, qué síntomas presenta, cuál es el tratamiento que se lleva a cabo en estos casos y cómo podemos evitar sufrir este trastorno relacionado con el calor corporal.

Insolación (golpe de calor): qué es y causas

Mujer tomando el sol
Cuando sobreexponemos el organismo a un calor extremo, nos puede causar un golpe de calor | Getty Images

La insolación, también llamada golpe de calor, forma parte de los trastornos del calor. Este tipo de trastornos son un grupo de enfermedades causadas por la exposición prolongada a temperaturas calientes, a la ingesta restringida de líquidos o al fallo de los mecanismos de regulación de la temperatura del cuerpo. Los trastornos de la exposición al calor incluyen los calambres por calor, el agotamiento por calor y el golpe de calor o la insolación. En este artículo vamos a hablar únicamente del golpe de calor.

Asimismo, la hipertermia es el nombre general que se le da a este tipo de enfermedades relacionadas con el calor. Una de las formas más comunes de hipertermia es el golpe de calor o insolación; este trastorno del calor es especialmente peligroso y requiere de una atención médica inmediata.

El golpe de calor y la insolación, como todos los trastornos del calor, son dañinos para los individuos independientemente de su edad. Aun así, la gravedad de estos aumenta en el caso de los niños y de las personas mayores. El golpe de calor puede poner en peligro la vida y, dado que el número de personas que mueren por insolación es muy alto, la atención médica inmediata es fundamental cuando comienzan los problemas.

El golpe de calor, como el agotamiento por calor, también es el resultado de la exposición prolongada a altas temperaturas, la restricción de la ingesta de líquidos o la falla de los mecanismos de regulación de la temperatura del cuerpo. Sin embargo, la gravedad del impacto en el cuerpo es mucho mayor con un golpe de calor.

En climas muy cálidos o durante una actividad de ejercicio físico excesiva, el cuerpo transpira (suda). A medida que el sudor se evapora de la piel, el cuerpo se enfría. Si el cuerpo pierde demasiada sal y líquidos pueden surgir los síntomas de la deshidratación, que a su vez puede desencadenar una insolación.

El golpe de calor es causado por la sobreexposición del organismo a un calor extremo, que provoca un error en los mecanismos de regulación de la temperatura del cuerpo. En la insolación esta llega a alcanzar un nivel peligroso, tan alto como los 41,1 grados.

Síntomas y signos de este fenómeno

El síntoma principal en la insolación es la hipertermia -específicamente tener una temperatura corporal superior a los 40 grados. Otros síntomas pueden incluir la confusión mental con posible combatividad y comportamiento extraño, tambalearse y, finalmente, el desmayo. Asimismo, el pulso se vuelve fuerte y rápido (160-180 latidos por minuto) y la piel empieza a secarse y a enrojecerse. Además, a menudo hay muy poca transpiración.

El individuo que está sufriendo la insolación o el golpe de calor puede perder el conocimiento rápidamente o tener convulsiones. Antes del golpe de calor, una persona sufre de agotamiento por calor y aparecen los síntomas asociados a este, tales como náuseas, dolor de cabeza y la presencia de una sensación de debilidad general. Cuando el cuerpo ya no puede mantener una temperatura normal, el agotamiento por calor se convierte en un golpe de calor.

En el diagnóstico del golpe de calor o la insolación se suele obtener una lectura de la presión arterial y de la temperatura de la persona afectada. El médico también puede tomar muestras de sangre y orina para realizar más pruebas de laboratorio. Una prueba para medir los electrolitos del cuerpo también puede proporcionar información valiosa sobre los desequilibrios químicos causados por la insolación.

Tratamiento de la insolación

Trozos de hielo
En caso de insolación debemos aplicarnos hielo mientras esperamos la asistencia médica | Getty Images

En el caso de una insolación o golpe de calor se debe llamar inmediatamente a la asistencia médica de emergencia. Mientras se espera que llegue la ayuda, debe realizarse una acción rápida para bajar la temperatura corporal de la persona. Es importante llevar a la persona a un lugar fresco, desvestirla o aflojarle la ropa para permitir que el aire pueda circular por el cuerpo.

Seguidamente es conveniente envolver a la persona en toallas o ropa mojada y colocar hielo en las áreas con mayor suministro de sangre. Estas zonas incluyen el cuello, debajo de los brazos y las rodillas, y en la ingle. Una vez que el paciente está bajo cuidado médico, los tratamientos de enfriamiento pueden continuar según sea necesario. De la misma manera, la temperatura corporal de la persona será monitoreada constantemente para evitar el sobreenfriamiento.

Además, se controlarán la respiración y la frecuencia cardíaca. Se pueden llegar a administrar medicamentos anticonvulsivos. Asimismo, después de un golpe de calor severo, se recomienda hacer reposo en cama durante varios días. Por lo general la insolación o el golpe de calor comporta una recuperación completa en 1 o 2 días. El golpe de calor es una condición muy grave y su resultado depende de la salud general y de la edad de la persona.

Prevención: cómo evitar este problema

Para evitar sufrir una insolación es importante evitar realizar ejercicios extenuantes cuando hace mucho calor. Las personas expuestas a condiciones extremas de calor deben utilizar ropa suelta, así como beber muchos líquidos.

En este sentido, es importante consumir agua a menudo y no esperar hasta que se tenga sed. Si se suda mucho, se debe aumentar la ingesta de líquidos. Cuando la producción de orina disminuye, la ingesta de líquidos también debe aumentar.

Además, comer alimentos ligeramente salados puede ayudar a reemplazar las sales perdidas durante la transpiración.

La ventilación en cualquier área de trabajo en climas cálidos es necesaria y debe ser la adecuada. La ventilación correcta promoverá la evaporación efectiva del sudor para enfriar la piel. Finalmente, si se está expuesto al sol de forma directa, es muy importante utilizar crema solar.

Referencias bibliográficas:

Larson, J. P. (2002). Heat Disorders. In D. S. Blanchfield & J. L. Longe (Eds.), The Gale Encyclopedia of Medicine (2nd ed., Vol. 3, pp. 1556-1558). Detroit: Gale.