El sistema inmune es el encargado de mantener el equilibrio del organismo ante agentes dañinos, tanto aquellos que vienen del exterior como los que se generan dentro del propio cuerpo. Está compuesto por un complejo circuito de órganos y tejidos que producen células para combatir virus o bacterias.
En la actualidad el fortalecimiento del sistema inmune es una de los retos más importantes de la medicina en la lucha contra el cáncer. La apuesta más reciente y que ha generado mayor expectativa es la inmunoterapia, sobre todo en el tratamiento del cáncer de colon.
¿Qué es la inmunoterapia y cómo funciona?
En 2016 la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASO, por sus siglas en inglés), declaró que el adelantado médico de año fue la inmunoterapia o terapia biológica, un tratamiento que consiste en estimular las defensas naturales del cuerpo y que podría resultar muy efectivo para combatir el cáncer, especialmente el colorrectal, según indican estudios recientes.
Lo que hace la inmunoterapia es inhibir la producción de las moléculas que son generadas por las células cancerígenas para protegerse del sistema inmune. En la década de los 80 el investigador catalán Joan Massagué estudió estas moléculas encontrando específicamente una: TGF-beta.
Massagué observó que la molécula TGF-beta impide que las células inmunitarias maduren y destruyan a las cancerígenas. Otras moléculas que tienen una función similar son la PD-L1 y la PD-1.
Las investigaciones más recientes en inmunoterapia se han enfocado de manera especial en la inhibición del TGF-beta. Esto ha generado grandes expectativas porque, contrario a lo que anteriormente se pensaba, la inmunoterapia podría resultar efectiva para muchos tipos de cáncer, incluso aquellos que tienen muchas mutaciones genéticas.
Los últimos avances en la investigación científica
El Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona (IRB) ha dirigido investigaciones importantes en este campo. En una de ellas se ha visto que inhibir la molécula TGF-beta frena el crecimiento de cánceres colorrectales evitando la metástasis, es decir, la propagación de las células cancerosas desde la región afectada a otras partes del cuerpo.
Lo anterior fue estudiado mediante un experimento con ocho cepas de ratones que fueron modificados genéticamente para desarrollar un cáncer colorrectal similar al de los seres humanos. El experimento consistió en combinar un fármaco inhibidor de TFG-beta con otros fármacos que bloquean las moléculas PD-1 y PD-L1. Los resultados fueron asombrosos: la metástasis quedó prácticamente erradicada.
El siguiente paso en la investigación es realizar ensayos clínicos con personas y corroborar la eficacia del tratamiento y, sobre todo, analizar los posibles efectos secundarios. Incluso hay compañías farmacéuticas muy interesadas en apoyar este proyecto.
El IRB no ha sido el único centro que ha llevado a cabo investigaciones en torno a la inmunoterapia. La compañía Genetech, con sede en California, ha realizado experimentos similares para comprobar la eficacia en el cáncer de vejiga, encontrando que los tumores disminuyen al combinar un inhibidor de TFG-beta con un inhibidor de PD-L1.
La conclusión ha sido que la inmunoterapia puede funcionar como tratamiento para otros tipos de cáncer, como el de hígado o el de páncreas. No obstante, hasta antes de estos experimentos se pensaba que solo podía ser efectivo en el caso de que el tumor tuviera pocas mutaciones.
¿Por qué usar la inmunoterapia en cáncer colorrectal?
El cáncer colorrectal también es conocido como cáncer de colon o de recto, según el lugar donde se origina. Se produce cuando las células cancerígenas se acumulan en el intestino grueso, por lo que sus síntomas afectan fundamentalmente al tracto digestivo y a la evacuación.
Es un cáncer que se presenta con mucha frecuencia tanto en hombres como en mujeres, sobre todo a partir de los 50 años. En 2015 se registró como el tipo de cáncer más común en España y actualmente es el segundo con mayor incidencia en Estados unidos.
Una de las características del cáncer colorrectal es que tiene una concentración de TGF-beta más elevada que otros tipos de cáncer.
Por esta razón la investigación del IRC dirigida por Eduard Batlle sugiere que la inmunoterapia de inhibición de TGF-beta puede resultar muy efectiva en el tratamiento de cáncer colorrectal.