Los perceptores del Ingreso Mínimo Vital (IMV) que cuenten con 52 o más años tienen la posibilidad de ganar más dinero del que pensaban. Y es que algunas de las ayudas que ofrece el Estado se pueden compatibilizar.
En esta ocasión reparamos en el IMV, que es una prestación no contributiva que tiene el propósito de asegurar una pequeña renta a los parados. Ya vivan en un núcleo familiar o solos. Es posible cobrarla al mismo tiempo que otro subsidio, siempre que no se rebasen unos topes de ingresos.
El importe a percibir del Ingreso Mínima Vital dependerá sobre todo de la situación personal del desempleado. Sin embargo, suele oscilar entre los 565,37 mensuales para una sola persona, y hasta los 1.243,83 euros para las familias compuestas por más de cinco miembros.
Hay que aclarar que la cuantía de la prestación (IMV) no es fija. La cantidad a percibir será la diferencia entre el máximo de la ayuda, según su unidad de convivencia, y los 480 euros del subsidio.
Por lo tanto, cuando se trate de una familia numerosa que opte a ingresar el máximo de 1.243,83 euros, la Seguridad Social asumirá 763,83 euros. El resto pertenecen a los 480 euros del subsidio al que tengan derecho.
La opción del subsidio para mayores de 52 años
Uno de los más demandados es el de mayores de 52 años, que se ocupa de gestionar el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). La cuantía a cobrar se reduce a los mencionados 480 euros, que corresponden al 80 % del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM).
Es una cantidad bastante escasa, pero cabe la posibilidad de compaginarla con otras retribuciones siempre que se cumplan unos requisitos. Este subsidio se presenta como uno de los más destacados.
Tendrán acceso a él las personas que hayan agotado la prestación contributiva por desempleo y que cuenten con 52 o más años. Presenta una serie de particularidades a diferencia del resto de subsidios.
Sobre todo porque es el único que cotiza para la pensión de jubilación por el 125 % de la base mínima. Además, pese a su función asistencial se puede percibir de manera indefinida hasta que llega la edad de la retirada.
Los últimos datos del Ministerio de Trabajo desvelan que en nuestro país hay 430.903 beneficiarios de esta ayuda. Para optar a dicho subsidio se requiere no superar el umbral de ingresos mensuales.
Queda fijado en un máximo del 75 % del Salario Mínimo Interprofesional al mes. Por lo tanto, no será posible tener rentas por encima de los 810 euros, publica el portal Noticias Trabajo. De excederse estas cuantías se procedería a la paralización de esta ayuda hasta que haya una justificación.
Alternativas para obtener unos mayores ingresos
A partir de los 50 años resulta especialmente complicado reincorporarse al mercado laboral. Mucha gente incluso decide arrojar la toalla y conformarse con el subsidio de mayores de 52 años. Y en el mejor de los casos, buscar alguna ayuda compatible que le permita ganar más dinero.
Una de las opciones es a través del Ingreso Mínimo Vital, pero también existe la posibilidad de solicitar la Renta Mínima de Inserción (RMI). A alguno puede que le descoloque esta denominación, pero es lo que se conoce como Salario Social.
Son las comunidades autónomas las que se ocupan de la gestión de esta subvención. Se otorgan principalmente a personas en riesgo de pobreza y de exclusión social. El importe y las condiciones dependen de la comunidad en la que se viva.
Pero su cobro también se puede compatibilizar con el subsidio para mayores de 52 años. Para ello se requiere que no supere el tope de rentas que establece el SEPE, y del que habrá que informar anualmente. De no ser así, se exponen a la suspensión del subsidio.