La nueva Ley de Vivienda recoge que los arrendadores deben asumir los gastos de inmobiliaria que acarre el alquiler de una casa. Hasta la fecha, esa gestión la sufragaban los inquilinos. Sin embargo, algunas agencias se las han ingeniado para saltarse las normas.
Tal y como se ha podido comprobar sigue siendo el arrendatario el que corre con dicho abono. Solo hicieron falta unas pocas semanas para que afloraran los distintos trucos que emplean para que todo siga igual.
Uno de los casos que ha salido a la luz es el de Pablo, un joven que ofrece su relato a El Periódico de España. El día que salió la ley en el BOE, el pasado 25 de mayo, encontró una vivienda que se ajustaba a lo que quería. Antes de que les dieran el visto bueno a su pareja y a él, como es habitual, enseñaron las nóminas y toda la documentación requerida.
Pero les sorprendió el anuncio del agente inmobiliario. Les aseguró que debían de pagar la reserva de la casa, que consistía en una mensualidad más el IVA. El futuro inquilino quiso saber si se le descontaría ese dinero del alquiler, pero la respuesta fue negativa.
Ahí se dio cuenta de que le estaban tratando de engañar. En realidad, ese dinero de reserva venía a reemplazar al mes de la inmobiliaria de toda la vida. El agente llegó a confirmarles que ese "mes de honorarios no se descuenta, es nuestro pan".
El ingenio para saltarse la norma
Pablo tenía claro que le "habían cambiado el nombre" a ese trámite con intención de "saltarse la ley". En su caso, no le quedó más remedio que aceptar porque "el piso está bien y ya sabemos lo roto que está el mercado".
Pese a que el inquilino reclamó la factura y el documento de reserva, en ningún momento se lo hicieron llegar. Tras contactar con ellos "nos dijeron que en lugar de la reserva" tenían que firmar otro documento. En él aparecía que "nos han prestado unos servicios, ya que el propietario no quiere pagar los honorarios".
En vista de todo eso, el joven se da cuenta de como "tienen muy claro cómo saltarse la norma". Al cabo de cuatro días recibirían el citado papel con todos los servicios prestados.
En lo que se refiere a las condiciones económicas, la inmobiliaria recoge el "precio del servicio contratado por el cliente". Señalan, además, que el usuario no asumió los "gastos de gestión inmobiliaria ni de formalización de contrato. Habiendo sido estos sufragados íntegramente por el arrendador".
Por lo tanto, tratan de ingeniárselas para darle la vuelta a la situación y así sortear cualquier reclamación que pueda producirse. Ese papel es la garantía que tendrán las agencias.
El agente les confirma que el propietario no tiene intención de pagar los gastos de gestión y que si desea la casa deberá sufragarlos él. Pablo se dio cuenta rápido de que "habían dado con la trampa".
Este intento de engaño se repite con frecuencia
Esta historia se está repitiendo con demasiada frecuencia. Desde el Sindicato de Inquilinos de Barcelona confiesan a dicho diario que "nos están llegando muchos casos". Destaca que "la mayoría son de gente que estaba en proceso de renovar".
Afirman que en la Ciudad Condal se abonan "honorarios del 10% de la anualidad por cada renovación de contrato". Ahora dicho porcentaje debe pagarlo el dueño de la propiedad.
Su portavoz, Carme Arcarazo, recomienda a la gente que entre nueva en un inmueble que pida factura en el caso de que les cobren honorarios. "Que no te cuelen otros gastos, porque si no la reclamación será más complicada", subraya. Insiste en que la "ley es clara" en este sentido.