El verano es una época ideal para resguardarse del calor bajo la sombra de un árbol y disfrutar de una comida en plena naturaleza. También puede ser una excelente opción en el jardín de casa e, incluso en la terraza. La cuestión es pasarlo bien y hacer algo diferente, sin que se nos olvide nada junto a nuestros seres queridos.
Para ello, te vamos a contar lo que realmente necesitas para preparar el pícnic perfecto. Un pícnic ideal comprende una serie de alimentos y también unos enseres que hagan posible una merienda-cena más confortable, ya que comeremos en el suelo.
Es un plan ideal si tienes niños, les encantará pasar horas y horas frente al mar o en plena naturaleza. Eso sí, no te olvides de llevar un mantel suave y ligero de por medio. Anótalo, que es uno de nuestros imprescindibles.
Imprescindibles para el picnic
Lo primero que necesitas cuando vas a preparar un pícnic es un mantel, a ser posible amplio y grueso que aísle bien la comida de la hierba. También utensilios como platos, cubiertos, vasos, servilletas, y por supuesto, no debe faltar un sacacorchos y una pequeña navaja.
Si quieres ser un poco más sofisticado, puedes acompañar tu pícnic con unas copas para tomar el vino o el champagne.
Por otro lado, las cestas son prácticas y bonitas, pero también es básico llevar una nevera que mantenga los alimentos y bebidas frías, es el clásico más básico de los pícnics. No hay domingo en familia que no nos haya tocado cargar con ella.
Por supuesto, no olvides en tu lista de imprescindibles para una buena merienda campera las bolsas de hielo, para que los refrescos se conserven en perfecto estado. Y recuerda, siempre hay que dejar la nevera en la sombra.
En cuanto a la comida, aquí tienes dos opciones. La primera es el plan bocata. Seguro que de camino hay un pueblo cercano donde comprar pan de la zona. Con algo de embutido y un tomate partido a la mitad y restregado por la mitad, seguro que el pan está delicioso.
La tortilla de patata es un acierto asegurado. Es uno de los platos estrella en los días de campo. Y además, ¡si se come al aire libre sabe mucho mejor!
Ahora bien, si queréis algo más cosmopolita, podéis preparar un bocadillo de pollo con manzana y cebolla caramelizada o un sandwich vegetal con olivas y tomate. Y, por supuesto, en estas fechas, el gazpacho es un buen acompañante como primer plato.
No hay mejor comienzo para pasar un excelente día al aire libre que con un buen aperitivo. Los ibéricos, como el chorizo o el jamón, o incluso algún untable como crema de queso azul o sobrasada siempre resultan un recurso estupendo.
Como broche final, la fruta fresca de temporada es la mejor opción. El melón y la sandía se llevan la palma, aunque la fruta de verano es riquísima. Por la facilidad para comerlo, el plátano a veces es el postre favorito de los amantes de las comidas al aire libre.
Entre las bebidas, no debe faltar jamás el agua bien fresca. Un vino blanco o rosado harán siempre un buen papel en una excursión a la naturaleza. Lleva el agua con un recipiente no desechable (como una cantimplora o una botella de cristal). Aguantará mejor la temperatura, y así contribuyes al medio ambiente.
¡No te olvides de las servilletas ni el desinfectante! Recuerda que el COVID-19 es implacable, así que ambos productos serán buenos aliados para limpiarte las manos antes de comer.