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Una persona tocando el interior de la muñeca de otra con su mano

Huesos sesamoideos de la mano, del pie y otras partes del cuerpo

Algunos ejemplos de huesos sesamoideos son la rótula y el hueso lenticular del oído.

Los huesos sesamoideos se caracterizan por su pequeño tamaño y por las peculiaridades de su osificación. Se trata de una clase de hueso que actúa conjuntamente con los tendones, y de hecho cumple sobre todo una función de apoyo de este tipo de tejido. Aunque es relativamente habitual que se den variaciones, la mayoría de personas contamos con un determinado número de huesos sesamoideos en la mano, el pie y el resto del cuerpo.

¿Qué es un hueso sesamoideo?

Los huesos sesamoideos son un tipo de hueso que se sitúa en el interior de un músculo o tendón. Están presentes en distintas articulaciones de la mano, del pie, de la muñeca, de la rodilla o del oído, entre otras regiones del cuerpo.

Este tipo de huesos actúan de modo similar al de una polea: proporcionan a los tendones una superficie lisa por la cual deslizarse, de manera que aumente su capacidad para transmitir fuerza muscular.

La osificación (la progresiva conversión del cartílago en hueso) de los huesos sesamoideos es considerado relevante como indicador del desarrollo óseo y del cuerpo en general durante la adolescencia. Esta calcificación se produce de manera más temprana en mujeres que en varones, y es uno de los hitos asociados al llamado “estirón”.

El nombre de los huesos sesamoideos tiene que ver con el pequeño tamaño de la mayoría de ellos, comparable al de una semilla de sésamo -aunque algunos su tamaño es considerable, siendo la rótula el mejor ejemplo de este hecho.

Ejemplos de huesos sesamoideos

Los huesos sesamoideos se sitúan en múltiples articulaciones del cuerpo de los humanos y de otros animales. A continuación revisaremos los principales ejemplos de este tipo de huesos en la mano, el pie, la rodilla y otras partes del cuerpo.

De la mano

La mayoría de personas tenemos dos huesos sesamoideos en el extremo del primer metacarpiano de cada mano, localizados en el interior del músculo aductor del pulgar y del músculo flexor corto del pulgar respectivamente. Asimismo suele haber otro hueso sesamoideo en el segundo hueso metacarpiano.

Del pie

Como sucede en el caso de las manos, encontramos  dos huesos sesamoideos en el primer metatarsiano de cada pie, aunque hay personas que sólo tienen uno. Se localizan en el músculo flexor corto del dedo gordo del pie, en la base de este dedo.

De la rodilla

La rótula o patela es el hueso sesamoideo más grande del cuerpo. Se trata del hueso plano y de forma aproximadamente circular que protege la articulación de la rodilla, aunque cuando nacemos está compuesta por tejido cartilaginoso blando y no se convierte en hueso hasta los 3 años, aproximadamente. Está unida al músculo cuádriceps femoral y al hueso fémur, cuya extensión es la principal función de la rótula.

De la muñeca

En la muñeca encontramos un hueso sesamoideo llamado “hueso pisiforme”, que se localiza en la parte interna del músculo flexor cubital del carpo. El hueso pisiforme tiene un tamaño particularmente pequeño y se caracteriza por ser el último hueso sesamoideo del cuerpo en osificarse.

Del oído

El oído medio contiene una cadena de huesecillos (“osículos”) formada por el martillo, el yunque, el estribo y, según algunos autores, el hueso lenticular, una prolongación del yunque que se incluye en la categoría de los huesos sesamoideos.