A veces, cuando tenemos invitados en casa, pensamos y pensamos en miles de platos y recetas para sorprenderlos. Si bien cada uno tiene sus pequeños trucos culinarios, lo que está claro es que como buenos anfitriones tenemos una responsabilidad.
Da igual si es tu pareja, tus amigos o tu familia: quieres disfrutar con ellos de una buena comida, y eso es lo que importa. Pues bien, debes saber que existen recetas muy fáciles, sencillas y rápidas de elaborar. Y lo mejor de todo es que haciéndolas, tampoco te vas a complicar demasiado la vida.
La tarta de limón ideal: refrescante y deliciosa
Un claro ejemplo de ello lo encontramos en la que te vamos a mostrar a continuación. Se trata de un postre que combina con cualquier plato, y que además, también es ideal para esta temporada del año. Es dulce, fresco y muy sabroso.
Su preparación no te llevará más de cinco minutos, y si tienes planes al aire libre también te lo puedes llevar. Sin embargo, este postre en cuestión tiene una gran ventaja, y es que a diferencia de muchos otros, no precisa de horno para su elaboración.
Por esta misma razón, la tarta de limón de tres ingredientes se puede convertir en tu mejor aliada. Como su propio nombre indica, tan solo necesitarás tener a mano tres ingredientes fundamentales, y son limones, mantequilla y leche.
Bien, para empezar a elaborar este increíble postre primero necesitaremos coger tres limones. Como lo que necesitamos es sacarles el máximo jugo posible, los presionaremos ligeramente mientras los hacemos rodar. Parece un paso sencillo, pero requiere de cierta habilidad.
Una vez tengamos listo el zumo de limón, añadiremos 500 gramos de leche sobre un bol. En este paso puedes optar por varias opciones, como la leche condensada, entera o incluso en polvo. Todo dependerá de como de saludable la quieras hacer.
A continuación iremos añadiendo el zumo de limón dentro de ese mismo bol, y lo iremos removiendo todo con una espátula de silicona. Recuerda que debe quedar una textura consistente, y si quieres además, también puedes utilizar una batidora a baja velocidad.
Cuando tengas todos estos pasos realizados, será el momento de centrarnos en la base. Existen diferentes opciones para elaborarla, y aunque lo más típico es hacer la base de capas, también puedes hacerla con galletas machacadas.
Basta con que cojas tus preferidas y, en un recipiente, las desmenuces lo máximo posible. Para ello puedes utilizar diferentes métodos (con una cuchara, con un robot de cocina...). La cuestión es que el resultado final quede lleno de pequeñas migas.
Después de hacer esta base, tendrás que ir añadiendo pequeñas cantidades de agua, para conseguir una mezcla más compacta. Cuando logres la consistencia deseada, incorpora esa mezcla en un molde y, acto seguido, añade la mezcla anterior encima.
El truco de no necesitar horno
Tal y como hemos comentado anteriormente, para hacer este postre no es necesario utilizar el horno. El truco de esta receta está, precisamente, en que se trata de una elaboración que solo necesitará unas dos o tres horas de frigorífico.
No obstante, lo más aconsejable es dejar la tarta reposar durante un día entero dentro de la nevera. Así, de esta forma quedará muy fría, y resultará mucho más apetecible de consumir, sobre todo ahora que estamos en verano. ¡Anímate y prueba a hacerla!