El trabajo es algo indispensable y forma parte de la vida de una persona, ya que gracias a él podemos subsistir. Pero ojo, porque de la misma forma que nos puede ofrecer muchas cosas, también nos las puede quitar.
Y un claro ejemplo de ello es la salud. Si bien nuestro puesto de trabajo es algo necesario para mantener la economía, eso no quita que, dependiendo de algunos factores, el impacto que tenga sobre nuestra salud pueda ser negativo.
Los turnos laborales y su relación con el deterioro cognitivo
Existen miles de puestos de trabajo en todo el mundo. Antiguamente era habitual la predominación de algunos en concreto, sobre todo aquellos relacionados con el sector primario. Ahora, con el paso de los años, los que empiezan a ganar terreno son otros, especialmente relacionados con la tecnología.
No obstante, en estos últimos años también ha habido un enorme auge de trabajos en remoto (es decir, lo que conocemos como teletrabajo). Sin embargo, independientemente de los tipos y faenas, cada uno tiene su parte buena y mala.
Ahora bien, existe una cosa que al parecer podría ser un factor común en casi todos, y son los horarios. Si bien cada sector o categoría puede tener sus horarios en particular, todo indica que los turnos nocturnos y los rotativos podrían ser los peores.
Y esto no es algo que digamos nosotros, sino la ciencia. Un estudio publicado en la revista PLOS One ha relacionado este tipo de turnos con un mayor riesgo de padecer deterioro cognitivo. Para ello, los investigadores han contado con la participación de 50.000 personas.
Durdana Khan, profesora de la Universidad de York (Canadá) y su equipo de investigadores han recopilado y analizado la información de todos los participantes, los cuales eran adultos procedentes del Estudio Longitudinal Canadiense.
En esa información se incluían algunos datos muy relevantes para la investigación, como por ejemplo las autodeclaraciones sobre el empleo y los horarios de trabajo de cada participante. Así mismo, también se revisaron los resultados de las pruebas de función cognitiva realizadas.
Pues bien, teniendo en cuenta todos estos factores, uno de cada cinco participantes (es decir, el 21 %) afirmó haber estado expuesto a horarios de turnos en algún momento de sus vidas. En estos casos, por ejemplo, se llegó a observar más tasa de deterioro cognitivo.
Pero eso no es todo. En lo que respecta a los turnos de trabajo nocturnos, estos se llegaron a asociar con un deterioro en la función de memoria. Aquellos que realizaban turnos rotatorios, sin embargo, también presentaban un deterioro en la función ejecutiva.
Esta última función cognitiva a la que hacemos referencia es, desde luego, la que podría quedar más afectada. Las funciones ejecutivas son aquellas que las personas necesitamos para hacer actividades mentales complejas, como planificar, organizar o tomar decisiones.
¿Qué dice la ciencia al respecto?
Tras analizar y contrastar toda esta información, los autores del estudio llegaron a ciertas conclusiones. Y es que lo que está claro es, desde luego, que realizar turnos de trabajo puede alterar el ritmo circadiano de las personas. Así mismo, el impacto negativo que supondría respecto a la función cognitiva también es relevante.
"Los resultados del estudio sugieren una posible relación entre la exposición al trabajo por turnos y el deterioro de la función cognitiva. Especulamos que los estímulos circadianos perturbadores pueden desempeñar un papel en la neurodegeneración que contribuye al deterioro cognitivo", señalan los investigadores.
No obstante, los propios autores del estudio también remarcan la importancia de realizar otros estudios adicionales para confirmar la asociación que existe entre los turnos de trabajo y el deterioro cognitivo. Puedes ver el estudio completo aquí https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0289718