Este mes, muchos españoles cometen un serio error del que posiblemente luego se arrepientan. Nada quiere quedarse sin vacaciones, y haremos todo lo posible con tal de irnos unos pocos días a algún destino que merezca la pena. Aunque eso implique incrementar aún más nuestras deudas.
La alta inflación generada en los últimos tiempos ha obligado a unos cuantos hogares a recurrir a los ahorros para llegar a final de mes. Resulta prácticamente imposible asumir ese incremento de los precios, que en algunos casos llegan a rebasar el 10% respecto a hace un año.
La llegada de agosto nos invita a cogernos unas merecidas vacaciones. Es cierto que no todo el mundo se lo podrá permitir, pero algunos se las ingeniarán para estirar el dinero. En vista de eso, a las familias no les ha quedado más remedio que recurrir al crédito al consumo.
Cada vez con más frecuencia se utiliza este modelo de préstamo que de alguna manera consigue mantener en orden las cuentas domésticas. Ayudan a que no se agoten los ahorros y permitirán, además, que no lleguemos tan ahogados a final del mes.
Este tipo de financiación ha ido creciendo notablemente desde comienzos de año, como confirman los datos del Banco de España. Se ha ido imponiendo en una época en la que el crédito se contrajo. Pero hay que dejar claro que también presenta unos intereses más altos.
Parece ser que a medida que nos acercábamos al verano se disparaban las solicitudes. Ya se sabe que durante el periodo estival el gasto se incrementa de forma considerable y a veces no reparamos en ello como se debiera.
Datos que llaman la atención
El crédito al consumo creció en junio un 3,7% respecto al mismo mes de 2022, recoge el diario Ideal. En mayo ya se había detectado esa tendencia al alza después de que se registrara una subida del 3,5% en términos interanuales.
Los bancos han concedido a las familias españolas 97.061 millones de euros en estos préstamos. Supone 2.150 millones más que en febrero. Precisamente fue en ese mes cuando empezó a detectarse el repunte.
Tal y como indica dicho medio, la buena evolución del negocio de consumo también permitió que el crédito experimentara un incremento. En junio se aprecia un aumento de casi 10.000 millones respecto a mayo, incluyendo hipotecas y otros préstamos. En total se llegó a los 699.234 millones.
Estos números todavía siguen estando por debajo de lo marcado en el mismo mes del año pasado. En concreto un 1,4%. Esto es una demostración de las dificultades que están teniendo los hogares para acceder al crédito.
Cada vez está más caro debido a las constantes subidas de los tipos de interés. El mejor ejemplo lo encontramos en el sector hipotecario, donde se detecta una importante contracción. En junio se acumularon once meses consecutivos de caída alcanzando los 503.364 millones.
En julio de 2022, cuando el Banco Central Europeo comenzó a elevar los tipos, se llegó a los 519.129 millones. Con la información del Banco de España se puede asegurar que el dinero que las familias destinan al hogar ocupa la mayor parte del endeudamiento. En concreto lo elevan hasta el 72%.
Las empresas acusan más la falta de crédito en verano
El sector empresarial también está notando en exceso esa contracción del crédito por parte de los bancos. Y más en esta época del año. Parecía que iban a soportar mejor este escenario, pero en realidad no está siendo así.
La financiación a las compañías cayó un 2,5% en junio. Quedó en los 923.447 millones. Los que más acusan este cierre de grifo son las pequeñas y medianas empresas.