Había mucha preocupación por la subida de los tipos de interés y las consecuencias que eso tendría para los hipotecados españoles. Algunos se verían obligados a desembolsar, de media, unos 200 euros más al mes. Pero el Gobierno ha alcanzado un acuerdo con la banca para que las cuotas no se disparen.
A partir del 1 de enero de 2023 se podrán beneficiar de esta medida en torno a un millón de hogares. El Ministerio de Asuntos Económicos destacaba que dicha medida "preservará la estabilidad financiera" del país.
En un primer momento hubo ciertas discrepancias entre las dos partes. Sobre todo con el umbral de renta a partir del cual las familias podrían acogerse a esta ayuda. El Gobierno convenció a las entidades bancarias para que ampliasen el número de hogares beneficiados hasta los 29 400 euros de ingresos anuales.
Los españoles que pagan una hipoteca y van a ser ayudados por el Gobierno
La intención del Ejecutivo es que las medidas llegaran al mayor número de personas posibles. Sin embargo, desde el sector bancario hubo ciertas reticencias a ampliarlo demasiado. Temían que finalmente tuvieran que reservar fondos para satisfacer posibles pérdidas u obligaciones futuras.
El convenio se cerró en la noche de este lunes. Determina que a los hipotecados vulnerables, con rentas inferiores a 25 200 euros, se les ampliará el Código de Buenas Prácticas pactado en 2012. Dicho código se restringía en la actualidad a los hogares con ingresos máximos de 24 318 euros.
Se estructura básicamente en tres puntos. En el primero se permite que las familias solo abonen los intereses del préstamo durante cinco años. Se limita el interés máximo, además de alargarse el periodo de amortización de la hipoteca a 40 años.
En el caso de que con estos planteamientos sigan dedicando más de la mitad de su renta a la hipoteca, se solicitaría una quita. Es algo a lo que la entidad financiera puede negarse. La última opción, de no aceptar la quita, sería entregar la vivienda para saldar el préstamo.
De alguna manera, se puede decir que el Código de Buenas Conductas de 2012 se mantiene, pero con algunas novedades. La más destacada es que a partir de ahora los hogares con ingresos inferiores a 25 200 euros pueden beneficiarse de él.
Además, es preciso que también le destinen más del 50% al pago del préstamo. Con anterioridad únicamente se pedía que hubiera "una alteración significativa" en la economía de la familia en los 4 años previos.
Techo del tipo de interés
Los que se acojan al código durante el periodo de carencia también verán rebajado el tipo de interés máximo. El techo pasará de un diferencial del 0,25% más el euríbor a uno del -0,1% más el euríbor. También se amplía a dos años el periodo para pedir la dación en pago de la vivienda.
La situación para una familia con una hipoteca de 120 000 euros y una cuota de 524 euros tras la revisión de interés, quedaría así. Desde Economía aseguran que la cuota se rebajaría hasta los 246 euros durante ese periodo de carencia de 5 años.
Situación para vulnerables de clase media
También ponen en marcha un nuevo Código de Buenas Conductas pensando en la clase media. El propósito es que se facilite una adaptación "más gradual" a la nueva situación con los tipos. De ahí que alarguen hasta los 29 400 euros el límite máximo para beneficiarse de estas medidas.
Podrán acogerse los hogares que dediquen más del 30% de su renta al pago de la hipoteca. Tendrán que demostrar que la carga hipotecaria ha subido como mínimo un 20%.
Los bancos deben facilitarles la posibilidad de tener una congelación de las cuotas durante un año. Una vez pasado ese tiempo se les propondrá un tipo de interés menor sobre los 12 meses congelados. También tienen sobre la mesa la opción de alargar el plazo de amortización hasta siete años.