El Gobierno ha incluido en la reforma de las pensiones una novedad de última hora. Ante las presiones de sindicatos y Podemos, el departamento que dirige José Luis Escrivá se ha visto obligado a realizar cambios en el texto inicial. En él se recoge una serie de subidas en las pensiones mínimas de jubilación contributivas.
El Ejecutivo se compromete a elevar las pagas mínimas durante los próximos cuatro años hasta los 1.200 euros mensuales. Esta mejora permitirá al ministro de Seguridad Social llegar al Consejo de Ministros de este jueves con los deberes hechos. En él se aprobará el real decreto de medidas para la reforma del sistema público de pensiones.
Para contar con el visto bueno de los sindicatos fue preciso que se alineara la jubilación mínima al salario mínimo interprofesional. Lo que supone al año unos 15.210 euros brutos, informa el diario ABC.
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En dicho acuerdo se recoge que desde el 2027, "la pensión mínima de jubilación con cónyuge no podrá ser inferior al umbral de la pobreza". Así lo recoge el borrador definitivo planteado por el Gobierno.
La Seguridad Social aclara que para determinar dicha cantidad "se multiplicará por 1,5 el umbral de la pobreza correspondiente a un hogar unipersonal". Tomando como referencia los últimos datos en la Encuesta de Condiciones de Vida del INE.
Un periodo de transición hasta llegar a los 1.200 euros
Los jubilados españoles que menos cobran deberán de soportar un periodo de transición hasta ver cumplida la propuesta del Ejecutivo. En concreto irán aumentando la cuantía de esta partida de manera progresiva hasta alcanzar los 1.200 euros mensuales en 2027.
Si reparamos en las cifras de la última Encuesta de Condiciones de Vida, de 2021, el umbral de pobreza se fija en 9.535 euros. Sería para aquellos hogares en los que solo hubiera una sola persona. Esto implica que al mes supondría unos 794 euros.
Si se multiplica esta cuantía por el coeficiente determinado de 1,5 se alcanzaría una pensión de jubilación mínima de 1.191,8 euros. Hay que reparar también en la actual situación de las pensiones, teniendo en cuenta la situación familiar del beneficiario.
Aquel jubilado que tenga más de 65 años, con un cónyuge a su cargo, alcanzará los 966 euros al mes. Cuando se trate de una unidad económica unipersonal (sin cónyuge) llegaría a 743 euros. Por su parte, se elevaría a 743 euros cuando cuente con cónyuge, pero no esté a su cargo.
Con todo esto, la intención del Gobierno es que la subida vaya de manera paulatina, reduciendo la brecha en un 20% en 2024. Al año siguiente se estipula en el 30%, mientras que para 2026 se espera una disminución del 50%. Así, en 2027 el importe de referencia se aumentará "hasta llegar al umbral de pobreza calculado para un hogar de dos adultos".
Así quedarán el resto de pensiones
Las mínimas de viudedad con cargas familiares y las contributivas con cónyuges a cargo de menos de 60 años tendrán que ser iguales a la cuantía de referencia. Será a partir del próximo año.
Por su parte, el resto de pensiones mínimas contributivas, tras la revalorización, aumentarán "el equivalente al 50% de los porcentajes fijados para las mínimas". En lo que se refiere a las no contributivas, también se esperan novedades.
Tras la revalorización, aumentarán cada año como las contributivas, pero en vez de multiplicarse por 1,5 lo hará por 0,75. Si se toman los datos del 2021 alcanzaría como mínimo los 7.151 euros. Para ello se tiene en consideración las estadísticas de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE.
Por lo tanto, los jubilados con las pagas más bajas están de enhorabuena. Poco a poco irán equiparando sus pensiones al Salario Mínimo Interprofesional.