Malas noticias para el Santander, BBVA y el resto de grandes bancos españoles. El Gobierno ya les ha comunicado cuáles son sus intenciones de futuro. Y las decisiones que tienen previsto adoptar no resultan del agrado del sector.
La vicepresidenta primera y ministra de Económica, Nadia Calviño, amenazó con hacer permanente el 'impuestazo' a la banca. Se había aprobado con intención de que fuera algo excepcional en 2023 y 2024. Pero las condiciones económicas de las entidades invitan a alargarlo de forma indefinida.
"No tienen problemas en pagarlo con los beneficios que obtienen", espetó la responsable de esta cartera. El escenario elegido para anunciar esto no fue cualquiera. Fue durante la inauguración de los Cursos de Verano en Santander, que tienen el patrocinio del BBVA.
En dicho acto estuvo presente Carlos Torres, el máximo ejecutivo de la entidad financiera. Está previsto que durante las jornadas que se celebren estos días también intervengan los responsables del Sabadell y CaixaBank, entre otros.
Calviño insistió en que la banca puede "seguir prestando a la economía". Dijo esto solo unos segundos después de escuchar la crítica de Torres. En su opinión, este gravamen suponía un "freno", que impedía la dinamización económica del país. Indicó que "sería una mala idea" hacerlo permanente en el caso de que siguieran en el Gobierno tras las próximas elecciones.
El precio que tiene que asumir la banca
Santander, BBVA, Sabadell, CaixaBank, Unicaja y Bankinter asumieron en las cuentas del primer trimestre una factura de 1.120 millones. Sería un 16% de las ganancias conseguidas sin tener en consideración el nuevo impuesto. En realidad supone en torno al 4,8% de los ingresos típicos del negocio y las comisiones en España, recoge el diario Vozpopuli.
La propia ministra de Economía se encargó de confirmar que a finales del próximo año estudiarán la posibilidad de ampliar ese gravamen. En principio se aplicaría en 2023 y 2024, pero en vista de los buenos resultados de la banca no se descarta hacerlo permanente.
Calviño también se refirió a los argumentos que ofrecen los bancos para retrasar el abono de los depósitos. Le recordó al máximo responsable del BBVA que "tú mismo has hablado de que el sector está sano y de un exceso de liquidez".
En el Gobierno también existe un cierto malestar con la actitud adoptada por las grandes entidades financieras. De momento no han movido ficha para remunerar el pasivo de sus clientes. La vicepresidenta reclamó al BBVA, Santander y CaixaBank pagar los intereses de manera "adecuada".
El Gobierno pide explicaciones
La subida de tipos del Banco Central Europeo no se ha dejado notar en el bolsillo de los pequeños ahorradores. El organismo los elevó la semana pasada por octava vez consecutiva, llevando el precio del dinero hasta el 4%.
Su presidenta, Christine Lagarde, ya adelantó que habrá un nuevo crecimiento en julio, sin descartar que también lo amplíen en septiembre. En su intento por contener la inflación, aseguró que seguirían siendo muy restrictivos con sus políticas. Durarán el "tiempo necesario" hasta conseguir el objetivo deseado.
A escasas semanas de que se celebren las elecciones generales, el Gobierno vuelve a mostrarse especialmente crítico con la banca. Está previsto que a finales de este mes se produzca una reunión de Calviño con las patronales del sector. Sobre la mesa hay varios asuntos.
Tendrán que valorar el pacto hipotecario, pero también será una buena oportunidad para solicitar explicaciones a los bancos. Sobre todo por el retraso en la remuneración del producto convencional de ahorro. Estiman que esa subida de los tipos no ha llegado a los particulares.
Algunas entidades, sobre todo las que operan telemáticamente, sí que han puesto en marcha campañas agresivas con propuestas de hasta el 3,5%. Pero los grandes, de momento, no tienen previsto mejorar las condiciones.