Repostar en una gasolinera puede ser mucho más peligroso de lo que parece. Sin embargo, no todos los conductores son conscientes del peligro que supone, por lo que pueden llevar a cabo gestos con los que ponen en riesgo incluso su vida.
Dentro del Reglamento General de Circulación quedan establecidas varias prohibiciones para los usuarios que van a llenar el depósito. Como sucede con las multas y sanciones de la DGT, el objetivo último es evitar que suceda un accidente grave.
Por qué es necesario estar pendiente de lo que se hace en las gasolineras
El problema de las gasolineras es que son lugares donde se guardan miles de litros de combustibles que son inflamables. Por este motivo, es necesario que los usuarios se tomen en serio todas las indicaciones para que no corran peligro.
Algunos factores de riesgo añadidos son la energía estática y las radiaciones. En este caso, estos dos problemas también contribuyen a poner en peligro tanto al usuario como a las personas de alrededor.
Por todo ello, es necesario tener en cuenta una gran cantidad de consejos para poder seguir las normas vigentes y repostar con seguridad. Y es que, con el paso de los años, estas pueden quedar relegadas al olvido por parte de la mayoría de los conductores.
Apaga el motor cuando vayas a repostar
Una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta, y que hay que hacer nada más llegar a la gasolinera y estacionar junto al surtidor de gasolina o diésel, es que hay que apagar el motor del coche por completo.
Asimismo, también es necesario quitar el contacto y apagar todas las luces y la radio. De este modo, se evita en la medida de lo posible que se genere energía estática.
Después, al salir del vehículo, es preciso haber cerrado todas las puertas. Seguir todos estos pasos es muy importante, sobre todo, cuando el personal autorizado no se encuentra en el lugar o se trata de una estación de autoservicio.
Cuidado con la electricidad estática
Como decíamos, uno de los grandes problemas al repostar en las gasolineras se encuentra en la electricidad estática. En este sentido, cuando este tipo de electricidad entra en contacto con el vapor del combustible, puede generar accidentes.
Tanto las fibras de la ropa como tu propio roce con la tapicería pueden hacer que aparezca la carga electrostática. Sin embargo, también hay que saber que este es un riesgo muy poco probable y que se puede evitar.
Es necesario coger la manguera por el mango, evitando la parte metálica. Además, no hay que tocar la carrocería mientras echas gasolina ni utilizar el teléfono móvil. Estos dispositivos emiten radiaciones electromagnéticas, lo que puede ocasionar chispazos.
Este gesto está prohibido y sancionado
Tanto la concentración de gases como las altas temperaturas pueden aumentar el riesgo de incendio. A pesar de que los dos combustibles son inflamables, la gasolina es menos densa y más volátil que el diésel, lo que aumenta el riesgo de explosión.
A pesar de que es un riesgo poco probable, un mechero, una colilla o una cerilla pueden ser causa de accidente grave. Por este motivo, fumar en una gasolinera es una grave infracción que se castiga con multas que llegan a los 100 euros.
No vayas a la gasolinera con el depósito vacío
Otra cosa importante a tener en cuenta es que la cantidad de combustible también es un factor dentro del riesgo de explosión. Cuando está vacío, tiene más posibilidades de explotar que cuando está lleno.
Es recomendable, por tanto, que se eche gasolina cuando la aguja está a la mitad del depósito. Además, para reducir la evaporación, se aconseja no llenar todo el depósito. Dejarlo al 95% de la capacidad hará que los gases no se expandan.