El combustible se está convirtiendo en un producto solo apto para los bolsillos más adinerados. Las frecuentes subidas de los precios de la gasolina y el diésel han provocado que cada vez sean más los conductores que busquen, a toda costa, gasolineras low cost.
Una de las grandes preguntas que pasa por la cabeza de miles de personas, sin embargo, es si nos podemos fiar de la calidad de este tipo de combustible económico. Ahora, parece que los expertos nos pueden ofrecer la respuesta.
El combustible, cada vez más caro
A finales de septiembre, tanto la gasolina como el diésel encadenaron nada menos que 12 semanas consecutivas de subida de precios. De hecho, los conductores comprueban preocupados cómo el umbral de los 2 euros está cada vez más cercano.
De media, la gasolina se vende en España a un precio de 1,76 euros el litro. El diésel, por su parte, también roza los 1,70 euros el litro. Además, cabe destacar que el futuro de la situación no es para nada optimista.
Según los expertos, parece que en esta década será cuando se viva el tope máximo de demanda. Esto hará que los precios del combustible continúen aumentando en los próximos meses.
Los supermercados, reyes de la gasolina low cost
En este sentido, son muchos los conductores que han decidido abandonar su gasolinera de toda la vida para apostar por otras low cost. Los supermercados e hipermercados se han posicionado como los favoritos a la hora de ahorrar a final de mes.
Este tipo de establecimientos suelen contar con programas de fidelización hacia sus clientes, ofreciéndoles descuentos exclusivos. Algunos, de hecho, pueden llegar incluso a los 20 o 30 céntimos por litro de combustibles.
En la mayor parte de los casos, por su parte, este descuento es directo sobre el ticket de compra. Es decir, no se acumulan puntos o céntimos, sino que los clientes pueden comprobar el ahorro de forma instantánea.
Algunos tienen acuerdos con grandes petroleras
Supermercados como Aldi, Carrefour, Alcampo, Lidl, Costco o Hipercor ya se posicionan como los preferidos para llenar también el depósito. Algunos, como Hipercol y Lidl, tienen incluso acuerdos con las grandes petroleras, como Repsol o Galp.
Gracias a estos datos, cabe destacar que los combustibles de este tipo de establecimientos son de primera calidad, debido a su procedencia. Sin embargo, se cuenta con la virtud de poder disfrutar del esperado descuento, que varía dependiendo del supermercado en cuestión.
Otros supermercados cuentan con sus propias gasolineras
Por otro lado, también es necesario hablar de otras superficies. En este sentido, algunas operan sus propias gasolineras, que incluso tienen el nombre del propio hipermercado.
En estos casos, por su parte, la gasolina procede de los mismos centros de distribución y refinerías de Repsol, Campsa o BP. Después, es distribuida por la empresa Exolum. En definitiva, los combustibles son prácticamente iguales.
Cuidado con los aditivos en el combustible
Sin embargo, sí que hay que prestar atención a algunos aspectos. Las estaciones de servicio son las que, más tarde, se encargan de añadir los aditivos. Aquí es donde podremos encontrar la gran diferencia.
En la actualidad, existen unos controles de calidad muy exigentes. Por ello, resulta difícil que el combustible de baja calidad llegue al consumidor final. No obstante, es en las estaciones de servicio donde pueden comenzar los problemas de calidad.
La solución para no fallar al echar gasolina
Hay que tener en cuenta que en las gasolineras más antiguas puede haber tanques desgastados que pueden tener residuos e impurezas. Estos, después, llegarán más tarde a los coches, pudiendo estropear el motor o los sistemas de catalización.
Para evitar problemas, lo ideal es escoger gasolineras que se encuentren en buen estado de conservación, asegurándose de que sean lo más modernas posible.