BBVA, Santander y Banco Sabadell dejaron escapar una buena oportunidad para seguir con su crecimiento. Los últimos acontecimientos ocurridos les dejan en una situación de espera.
Estas tres entidades se mantenían al acecho, pendientes de la batalla interna que había en Unicaja. Los enfrentamientos por el poder en la compañía de origen malagueño facilitaba de alguna manera esa salida al mercado. La sombra de una posible compra siempre estuvo muy presente.
Sin embargo, todo hace indicar que la citada operación perderá fuerza tras los últimos cambios de gobernanza en Unicaja. Isidro Rubiales, que reemplazará a Manuel Menéndez como consejero delegado, se propone recuperar la esencia malagueña de la entidad, apunta Vozpopuli.
Desde su nombramiento, la posibilidad de venta se ha ido alejando un poco más. Sobre todo por la salida del consejo de administración del fondo Oceanwood. Habían entrado en Liberbank en 2014 y en su día fueron unos de los grandes responsables de la integración con el banco malagueño.
Nada más designar a Isidro Rubiales, el fondo anglosajón se deshizo de la mayor parte de su participación en la compañía. Su representante en el accionariado también acabaría presentando su renuncia.
Tal y como indica dicho medio, la salida de Menéndez obligó a Oceanwood a mover ficha. Explican que "quedaba en una posición debilitada frente al bloque andaluz".
Este fondo, en alguna ocasión, había propuesto al consejo que se analizarán posibles operaciones corporativas. No obstante, siempre se encontraron con la oposición del bando malagueño, que no era partidario de una posible venta.
Los principales bancos estudiaron la posible compra
La crisis interna que había en Unicaja desde hace dos años suponía una buena oportunidad para otras entidades. Entendían que de esa manera se les allanaba el camino en caso de que quisieran desprenderse del banco. Como era de esperar, antes de tomar cualquier tipo de decisión hicieron números para conocer si la operación merecía la pena.
Al contrario que otras veces, incluso en público algunos admitieron el interés por hacerse con Unicaja. El consejero delegado de Santander, Héctor Grisi, se pronunció sobre esta posibilidad cuando se le planteó.
Indicó que "estamos obligados a mirar todo. Veremos las que vengan y si alguna vale la pena". Continuó diciendo que "veremos qué hacemos y si no valen la pena, las desecharemos como en el pasado".
Los otros dos bancos que sonaron con fuerza para entrar en esta fusión fueron también el BBVA y el Sabadell. Sin embargo, los responsables de estas compañías fueron más tajantes y rechazaron esta posibilidad que les deparaba el mercado. Centraban su objetivo en estos instantes en el crecimiento orgánico.
En qué situación queda Unicaja ahora
Después de que el fondo Oceanwood se deshiciera de sus participaciones, el consejo de Unicaja queda muy volcado hacia el bloque andaluz. Los máximos accionistas son la Fundación Unicaja, con el 30,2%, y los propietarios de Mayoral, con el 8,5%. Disponen de cinco de los quince sillones en el consejo.
Con el 7% se encuentra el empresario Tomás Olivo, que con la salida del fondo ganará peso, eso le servirá para presionar y demandar una silla. De la herencia de Liberbank solo queda la Fundación Cajastur, que cuenta con el 6,6% y un consejero. Señalan que lo más probable es que en el corto plazo busquen una salida, como también lo harían otros accionistas de la era Liberbank.
Con todos estos cambios, el nuevo CEO de Unicaja se marca como objetivo recuperar la paz interna de la entidad. Pero también devolver al banco la esencia de antaño. Una de las opciones que se manejan es la recuperación de antiguos directivos de la compañía que salieron por discrepancias con Manuel Menéndez.