Con la llegada del año 2022, son muchos los impuestos que vuelven a subir y que crearán mucho descontento entre la población española. La pandemia del coronavirus sumada con los nuevos importes que deben pagar los ciudadanos hacen que España afronte una situación económica muy delicada.
Uno de los productos que siempre suele salir peor parado de esta subida de las tasas es el tabaco. Y es que desde el mes de octubre las tabacaleras habían aumentado el precio de compra. Actualmente, una cajetilla de veinte cigarrillos cuesta una media de 4,53 euros en el país, subiendo un 5%.
De este importe total, nada más y nada menos que el 79,3% equivalen a impuestos de la recaudación de Hacienda, significando 3,59 euros de media. El tabaco tiene uno de los gravámenes más elevados, según los datos facilitados por la Comisión Europea en julio de 2021.
El tabaco predomina en toda Europa
El precio medio de una cajetilla de tabaco con veinte cigarrillos en el viejo continente cuesta 5,27 euros. Los países que tienen el precio más caro para el tabaco son Irlanda (12,81 euros), Francia (9,70 euros) y Finlandia (8,60 euros). En cambio, las naciones con un coste menos asequible son Bulgaria (2,77 euros), Polonia (3,32) y Eslovaquia (3,46 euros).
Dentro del territorio español, el tabaco tiene un gravamen de impuestos de media del 80,4%, un porcentaje que se aproxima mucho a los máximos: Finlandia (89,8%), Dinamarca (88,5%) y Estonia (87,2%). Por otro lado, Luxemburgo (69,3%), Alemania (69,4%) y Suecia (73,3%), cuentan con los menores impuestos de la Unión Europea. Sin duda, una diferencia abismal entre países.
Las personas fumadoras en España gastan 135,90 euros de media para el consumo de tabaco. Una cifra que no parece muy elevada si se tiene en cuenta a nuestro "vecino" francés, donde se destinan casi 300 euros al mes dedicados a la compra de cigarrillos.
Los médicos creen que sigue siendo barato
Los especialistas españoles que forman parte del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), han propuesto una regulación aún más restrictiva a la que ya se ha impuesto. Aparte del aumento de los precios, quieren promover una financiación de tratamientos para dejar de fumar, campañas específicas a grupos de riesgo y la creación de un fondo de recaudación. Las autoridades sanitarias piden estas medidas por un motivo en específico, por temas de salud.
El tabaco fue el factor de riesgo presente en el momento del diagnóstico en el 86% de los pacientes estudiados por el GECP. Fue en el Registro de Tumores Torácicos, que constituye la primera base de datos sobre los casos de cáncer de pulmón en España. Gracias a esta información, podemos saber que son seis mil casos detectados en el país durante el último año.
Un futuro libre de humos
Aprovechando la subida de los impuestos del tabaco, el Ministerio de Sanidad ha querido mostrar su borrador con el título Plan Integral contra el Tabaquismo. Dentro de él, se establecen puntos clave como la prohibición de fumar en vehículos particulares y el empaquetado genérico de todas las marcas de tabaco. Además, se busca una ley que iguale las restricciones vigentes con las de los cigarrillos electrónicos.
Los objetivos principales de la organización es "aumentar los espacios libres de humo" antes del año 2023 y aplicar las leyes de dicho borrador en "ciertos espacios de ámbito privado".
Sanidad pretende disminuir todo lo que pueda el consumo de tabaco en todo el país. A través de este plan, que se compone de 5 metas y 21 objetivos, actuarán durante los próximos cuatro años.