Picotear es uno de los actos más normalizados en nuestras día a día, aunque no todo el mundo recurre a los mismos productos para ello. Hay quienes optan por opciones saludables como la verdura o la fruta, pero otros prefieren el sabor de productos menos saludables. Un claro ejemplo de ello es el consumo tan habitual de bollería industrial o de alimentos fritos como las patatas.
Y si hay algo innegable, es lo siguiente: las patatas fritas ocupan un lugar especial en nuestro corazón y son pocos los que quieren renunciar a su sabor. ¿Cómo te quedas si te decimos que los efectos de su consumo son muy parecidos al de un fruto seco muy conocido? Pues prepárate, porque seguro que dejarás de comer este fruto seco hoy mismo...
El fruto seco que es igual de perjudicial que las patatas fritas
Gracias a un estudio llevado a cabo por la Universidad de Alabama, se ha descubierto la verdadera cara de un fruto seco muy común en nuestra dieta. Los científicos han concluido que el consumo de patatas fritas es muy similar al de las almendras. Por lo que comer almendras podría ser parecido a comer patatas fritas.
Para comprobar qué efectos tenía sobre el cuerpo la ingesta de estos productos, decidieron estudiarlos mediante la observación de 180 personas. Las dividieron en grupos de 3 y cada uno de ellos introdujo una de estas opciones a su dieta: 300 calorías de almendras, 300 calorías de patatas fritas o 300 calorías con patatas fritas, pero con hierbas.
Cada uno de ellos debía llevar el mismo estilo de vida que antes, pero añadiendo el alimento que le hubiese tocado a su dieta. El estudio duró tan solo un mes, pero un gran número de cambios fueron visibles en sus organismos.
Las conclusiones del estudio
Los resultados confirmaron que el consumo diario de una porción equivalente a 300 calorías tiene los mismos efectos, no importa si son de almendra o patatas fritas. Ninguno de los pacientes aumentó de peso de forma más exagerada, ni hubo variación en sus marcadores de riesgo de diabetes tipo 2. En definitiva, tanto las almendras como las patatas tienen los mismos efectos.
Una vez se comparó el peso y el nivel de glucosa y de insulina en ayunas, los investigadores concluyeron que el consumo de estos dos alimentos tiene efectos muy parecidos sobre la salud. Obviamente, cada persona experimentó los diferentes beneficios de cada alimento, pero no hubo cambios significantes en los resultados.
Pese a que la patata contiene un aporte más alto de carbohidratos, los niveles de glucosa e insulina eran normales y no suponían un riesgo para la salud. Con su consumo, no se registró que las patatas pudiesen afectar negativamente a algún otro biomarcador glucorregulador.
El auténtico peligro de las patatas fritas...
Aunque este estudio sea una buena noticia para los amantes de las patatas fritas, hay que tener en cuenta un dato muy importante. Mientras las almendras pueden ser consumidas sin ser cocinadas, las patatas fritas dependen del aceite. El aceite, como todo, en exceso es perjudicial para la salud. Así lo avala un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition.
En esta investigación se determinó que la ingesta continua de patatas fritas podría duplicar el peligro de morir prematuramente. El problema no es causado por la patata en sí, sino por la gran cantidad de aceite que requiere su preparación. Es decir, puedes seguir consumiendo patatas fritas, pero lo ideal es limitar su consumo si vas a utilizar aceite para prepararlas.
Si quieres consumir patatas de forma más saludables, puedes hervirlas, cocerlas, asarlas... Además, al ser un producto tan versátil, podrás consumirlo junto a otros muchos productos.