El periodo económico actual está lleno de incertidumbres sobre si mejorará o empeorará la calidad de vida de las personas. Los alimentos básicos de primera necesidad o los carburantes han aumentado mucho su precio en los últimos años. Por desgracia, no son lo único.
La vivienda, que ya de por sí estaba cara y difícil desde que explotó la burbuja inmobiliaria, sigue experimentando dificultades. A la ya extensísima demanda (frente a una mediana/baja oferta) se une la subida de los tipos de interés en las hipotecas.
El euríbor roza máximos históricos, ya que estuvo en septiembre en un 4,1. Esta situación, que ha incrementado el precio de las hipotecas, ha llevado a muchos a intentar ahorrar. Veremos si es posible.
Hay que renegociar las condiciones de tu préstamo
Es lo más simple (y a la vez complejo) que puedes hacer, ya que el banco puede estar dispuesto a escucharte. Además, si no es el caso, tampoco vas a tirar la toalla, pues existen otras alternativas.
Imagina que tu hipoteca es como un trato entre tú y el banco, y como en cualquier trato, siempre hay margen para negociar. Significa básicamente sentarte con el banco y discutir si pueden ofrecerte condiciones mejores.
Solo el 2% de las personas en España lo ha hecho, pero puede ser una estrategia inteligente. Sobre todo, en el contexto económico actual, con familias que han visto como el precio de su hipoteca se multiplicaba.
De forma coloquial, sería como preguntar al banco "¿podemos hacer esto más fácil?". Mucha gente ni siquiera sabe que pueden hacer esto, y solo 54,000 familias ya lo han intentado. Como en cualquier acuerdo, muchas han tenido éxito.
Puede que el banco diga "no" de inmediato, pero es más complicado si conoces los pasos correctos y te preparas para esta negociación. De esta manera, puedes aumentar tus posibilidades de conseguir una mejora en tus condiciones de pago.
Los pasos (casi) infalibles para mejorar las condiciones de tu hipoteca
En primer lugar, debes contactar con tu entidad y mostrar tu interés en mejorar las condiciones de tu hipoteca. Justifica por qué y argumenta con datos: tu situación económica ha mejorado y has sido puntual con tus pagos.
Si eso no funciona, muestra que tienes otras alternativas. Informa a la entidad de que has recibido ofertas de otros bancos y que estás pensando en cambiar de banco si no se te da lo que buscas.
Aunque puede que el banco te diga que sí, no estaría mal explorar otras opciones. Si el tuyo pone obstáculos en el camino, búscate algunos dispuestos a asumir tu préstamo y plantearte condiciones más favorables.
Si consideras que el cambio de entidad es un proceso tedioso, vuelve a tu banco con otras ofertas y pide que iguale o mejore la más convincente. En caso afirmativo, habrás conseguido renegociar tu hipoteca sin cambiar de entidad ni incurrir en comisiones adicionales.
Antes de tomar una decisión realiza un análisis exhaustivo. Mira detenidamente las ofertas disponibles y calcula cuánto te ahorrarás con cada una. También debes tener en cuenta el plazo, la tasa de interés, las comisiones y los gastos asociados con el cambio de banco.
Al final, solo queda seleccionar la mejor oferta. Hazlo en función de tus intereses, ya sea reducir la cuota mensual para disponer de más liquidez o acortar el plazo para pagar menos intereses. Si sigues estos pasos, muy posiblemente mejores tus condiciones hipotecarias.