Las celebraciones, las reuniones, las fiestas... cualquier evento social es motivo de alegría y consumo, y porque no decirlo: de beber. El vino es una de las bebidas alcohólicas más consumidas del mundo, pero lo cierto es que también es una de las que más puede llegar a engordar.
No todos los vinos son iguales
Son muchas las personas a las que le gusta acompañar las comidas con una copa de vino. Como cualquier bebida alcohólica, el vino también presenta algunos inconvenientes para nuestra salud. Ahora bien, todo dependerá del tipo de vino que bebamos (y de la frecuencia de su consumo).
Desde hace mucho tiempo la ciencia ha intentado resolver algunas cuestiones respecto a esta bebida. Por un lado se ha llegado a escuchar que una copa de vino al día podría suponer un gran beneficio para nuestra salud cardíaca. Pero por otra parte, algunas evidencias también han intentado desmentir estos aspectos.
En cualquier caso, está bastante claro que cualquier exceso en esta vida puede pasarnos factura. Sin ir más lejos, un estudio publicado en The Lancet ha concluido que consumir alcohol en grandes cantidades puede aumentar el riesgo de padecer derrames cerebrales e hipertensión.
No obstante, este tipo de riesgos suelen aparecer con el paso del tiempo. Por lo tanto, es muy habitual que la población no perciba el peligro como tal, ya que al tratarse de una evidencia a largo plazo muchas personas se 'relajan'.
Pero más allá de las desventajas que presenta para nuestra salud consumir alcohol, existe una que puede empezar a notarse físicamente, y es el hecho de engordar. Es evidente que no todos los vinos son iguales, y por lo tanto no todos harán que engordemos igual. Algunos factores como la graduación son determinantes para saber el contenido calórico que aportan.
¿Cuál es el vino que más engorda?
Es evidente que no todos los vinos son iguales. Su contenido calórico está determinado principalmente por un factor, y es la graduación. De esta forma, dependiendo de la graduación que presente (o dicho de otra forma, la cantidad de contenido en alcohol) un vino engordará más o menos.
Aunque todas las bebidas alcohólicas contienen calorías, el alcohol del vino no suele superar nunca los 15 grados. No obstante, el vino no es la única bebida que presenta este inconveniente. Existen otras, como la cerveza, que también puede hacer que subamos de peso.
Por lo tanto, es importante que diferenciemos algunos tipos de vino. El que menos engorda suele ser el cava de tipo brut. Normalmente es uno de los más caros, y presenta 75 calorías por 100 mililitros. En este sentido, si bebiésemos una copita de 150 mililitros, estaríamos ingiriendo unas 112 calorías.
Sin embargo, el vino que más calorías presenta (y el que más nos haría engordar) es el famoso vermú. Muchos no lo consideran un vino como tal, pero el vermú puede llegar a aportar unas 130 calorías por cada 100 mililitros.
De esta forma, si algún día fuésemos a una terraza a tomarnos una copa de 220 mililitros, estaríamos ingiriendo nada más y nada menos que 300 calorías. Eso sí, debemos tener presente que las calorías del alcohol son diferentes a la de otros alimentos: las de los alimentos proceden de nutrientes, y las del alcohol son 'vacías'.