Hay cierta preocupación entre la comunidad sanitaria por el repunte de casos de un par de enfermedades. Se daban ya prácticamente por controladas, pero en los últimos años han vuelto a hacer acto de presencia.
Nos referimos a patologías de la piel como la sarna y la tiña, en donde los contagios van en aumento en España. La vicepresidenta de la International Alliance for the Control of Scabies, Cristina Galván, augura "una ola de más intensificación de contagios de sarna".
Son enfermedades que parecían ya olvidadas y que incluso se relacionan con otras épocas o con unos entornos más vulnerables. En nuestro país fueron muy habituales durante la Guerra Civil y posguerra.
Sin embargo, los facultativos han tenido que enfrentarse de nuevo a estas patologías. Consideran que la clave pasa por la prevención. De ahí que insistan en mejorar las estrategias de diagnóstico y control, tanto de forma individual como colectiva.
La sarna se agravó a raíz del confinamiento
El incremento de los casos de sarna empezó a notarse hace unos años. Sin embargo, el repunte fue más visible a partir de la pandemia. La incidencia acumulada media anual fue de 488 comunicaciones por cada 100.000 habitantes. Así lo recoge un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III de Madrid.
La sarna está considerado un trastorno de la piel que origina sarpullido con picazón. Resulta contagiosa y se trasmite a través del contacto con la piel. Señalan que los espacios en donde habita mucha gente o hay un cierto hacinamiento resulta más sencillo este contagio.
Entre los lugares más peligrosos se encuentran los centros escolares, hospitales, cuarteles militares, cárceles y residencias de mayores. La doctora Galván añade que "puede afectar a cualquier persona, de cualquier edad, situación de salud y condición socioeconómica".
La tiña, la otra gran preocupación de los médicos
En el caso de la tiña, la incidencia empezó a ser más pronunciada a partir de 2021. El colectivo más perjudicado son los adolescentes, como vienen advirtiendo desde hace meses. Lo atribuyen sobre todo a los que se realizan cortes de pelo mediante degradado o rasurado en las peluquerías.
La Academia Española de Dermatología y Venereología cree que las maquinillas utilizadas en estos negocios no se desinfectan de forma adecuada. Tal y como recoge El Economista, surge cuando crece un tipo de hongo y se multiplica en la piel. También se transmite por medio del contacto cercano entre las personas.
Los síntomas más frecuentes son el picor, descamación e inflamación de la zona afectada. En las situaciones más graves puede aparecer con dolor y fiebre.
El pasado mes de enero, un grupo de dermatólogos españoles, detecto más de un centenar de casos por tiña. Las lesiones aparecían sobre todo en la nuca y el área temporal. En concreto se tratan de las zonas "donde más se apura el rasurado".
Se da con más frecuencia entre los niños de 6 meses a 12 años, con un cierto predominio en varones. Las visitas regulares a las peluquerías, casi de manera semanal, estaban detrás de ese particular repunte.
El dermatólogo del Hospital General de Granollers, Leonardo Bascón, explicó que "han observado un mantenimiento de los casos de tiña". Sin embargo, lo que realmente les inquieta es el incremento y "gravedad de las micosis invasivas en pacientes inmunodeprimidos". Así lo remarcó el doctor Vicente García-Patos, del Vall d'Hebron de Barcelona.
Los profesionales también inciden en la aparición de nuevos patógenos. Uno de ellos son los feohifomicosis, entre las que destacan las provocadas por Alternaria y Exophiala. Aseguran que cada vez tienen más presencia en aquellas personas que han recibido un trasplante de órganos.