Una experta ha explicado los peligros de comprar en el súper frutas cortadas. Dos de las frutas que más consumimos durante los meses de calor y que solemos encontrar cortada en el súper son, sin duda, la sandía y el melón.
Cuando vas al súper, siempre intentas comprar las mejores piezas. Muchas veces, en estos supermercados o fruterías, también nos encontramos con sandías y melones cortados por la mitad.
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El riesgo de consumir frutas cortadas
En el caso de estas dos piezas de fruta que hemos puesto como ejemplo, algunas personas deciden comprar éstas piezas cortadas porque así pueden ver, a primera vista, si el melón o la sandía está bien maduro y sabroso.
Además, también hay personas que prefieren comprarlos a la mitad porque así no pesan tanto, o caben mejor en la nevera. No obstante, a veces, la comodidad sale cara.
Y es que la nutricionista Beatriz Robles explicó para 'Espejo Público' que «no tenemos que preocuparnos, pero hay prácticas que pueden mejorar mucho la salud alimentaria de los productos que consumimos», y una de ellas es consumir fruta cortada.
Beatriz Robles, autora de ‘Come seguro comiendo de todo’, explica que comprar las frutas cortadas podría ser contraproducente. Y es que éstas deben estar refrigeradas ya que, sino, podría causarnos intoxicaciones.
La fruta pierde su 'capa protectora'
Por otra parte, la experta también explicó que, cortada, la fruta cortada pierde su ‘capa protectora’, que es muy necesaria para proteger su interior, que es lo que nos vamos a comer.
Esto puede hacer que, a través de la propia fruta o de utensilios utilizados para, por ejemplo, cortarla, puedan crecer microorganismos patógenos.
«Si no se lavan correctamente antes de cortarlas, pueden pasar al interior. Y eso es justo lo que se trata de evitar» explica la nutricionista.
Y es que las frutas como el melón o la sandía, debido a su forma de cultivo, «van a estar en el suelo, tienen acceso los insectos a ella, los roedores, otros animales…» explica la nutricionista en Espejo Público.
«Durante el proceso de distribución, pasan por las manos de los manipuladores, O sea que pueden tener microorganismos como salmonella, listeria...» añadía Beatriz.
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La solución para evitar riesgos
Una de las soluciones que da Beatriz Robles es «buscar algún lugar donde al menos estén refrigerados, pedir que lo corten al momento o, sencillamente, optar por piezas enteras».
Además, también hace hincapié en que este tipo de piezas cortadas podrían afectar con más facilidad a las mujeres embarazadas o a personas inmunodeprimidas, ya que tienen menos defensas en sus organismos.
Además, la nutricionista explica que, normalmente, pensamos que las intoxicaciones solo provienen de alimentos de origen animal, pero estas intoxicaciones también se encuentran (en menor grado) en los productos de origen vegetal, como serían el melón o la sandía.
La nutricionista ha hecho especial hincapié en que estas frutas cortadas deberían estar siempre refrigeradas. Otro de los consejos que Beatriz Robles ha publicado en su cuenta de Instagram es que, al comprar la fruta, hay que lavarla bajo el grifo, «cepillando para eliminar la mayor parte de la suciedad».
Así que, a partir de ahora, cuando vayamos a comprar, nos tendremos que fijar en que la fruta cortada esté refrigerada, para así no exponernos a una intoxicación.
Cómo llevar fruta al cole o al trabajo
Estamos seguros de que muchos padres y madres necesitan algunos consejos para saber cómo sus hijos pueden llevar la fruta al cole sin exponerse a ningún riesgo.
Por su parte, las personas que tienen que llevar 'tuppers' a sus puestos de trabajo también querrán saber cómo conservar la fruta cortada.
Pese a que por la red podemos encontrar numerosos trucos para evitar que la fruta se oxide, lo cierto es que esto no evitaría los riesgos de los que os hemos hablado con anterioridad.
De hecho, la Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, puso en marcha en el año 2018 la campaña 'La fruta cortada, ¡siempre refrigerada!'.
En la página web de esta campaña podemos leer que «las mujeres embarazadas, niños pequeños, ancianos y personas más vulnerables deben evitar comer fruta cortada almacenada a temperatura ambiente durante más de 2 horas».
Así que, si no puedes consumir esa fruta cortada antes de 2 horas ni la puedes refrigerar durante este periodo, lo mejor será que optes por las piezas de frutas enteras para transportar, como podrían ser las manzanas, los plátanos o las peras.
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Intoxicación alimentaria: qué hacer
Si crees que puedes estar pasando por una intoxicación alimentaria, ya sea debido a la fruta en mal estado o por cualquier otro alimento, y tienes síntomas como náuseas, vómitos, fiebre o dolor y calambres en la zona abdominal, debes seguir los siguientes pasos, según la Consejería de Sanidad:
- Lo primero que debes hacer es acudir a un médico para que te de un tratamiento y para poder iniciar una investigación epidemiológica.
- En caso de sospechar que alguien de tu alrededor también ha sufrido la intoxicación alimentaria, puedes llamar al 061 para comunicarlo.
- No tires a la basura de inmediato el posible alimento que te ha producido la intoxicación. Obviamente, no debes consumirlo.
Estos son los consejos que deberías seguir para prevenir una intoxicación alimentaria por fruta, sobre todo durante los meses que hace más calor. Si quieres saber más sobre el tema, te animamos a que le eches un vistazo a la página web oficial de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.