El Gobierno ya trabaja en las pensiones del futuro. Eso implica que esté desarrollando un plan a largo plazo que nos lleva hasta el año 2065. Ya manejan unas cifras aproximadas, en donde la pensión máxima, que es de 3.000 euros en la actualidad pasaría hasta los 9.000.
La reforma de las mismas ya se está negociando con los agentes sociales. De momento hay dos medidas de relevancia que se han puesto sobre la mesa. Se tratan del aumento del periodo de años cotizados para el cálculo de la pensión y el destope de las bases máximas de cotización.
Esto iría vinculado con la subida progresiva de la paga máxima de jubilación. La intención del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social es que estas prestaciones se incrementen, pero a menor ritmo que el de las cotizaciones. Esto afectará sobre todo a las rentas más elevadas.
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La propuesta del Ejecutivo pasa por aumentar las cotizaciones entre 2025 y 2050 un 30%. Sin embargo, la subida de la pensión máxima durante esa etapa se reduciría al 3%. Esto implica que la mejora sería diez veces inferior a lo que se aporta al sistema de la Seguridad Social.
Pero este planteamiento no se ajusta precisamente al principio de equidad que establece el organismo. De ahí que se desarrolle una segunda fase de subida más pronunciada con intención de conseguir una revalorización próxima al 30%.
Esa segunda fase se alargaría hasta 2065, por lo que se prolongaría quince años más, señala ABC. Proponen que la pensión máxima llegue hasta el 12,7%, por lo que al término de 2065 el incremento acumulado se situaría en el 16%.
Una medida incluida en el proceso de destope
El Ministerio de Seguridad Social explica que dicho incremento será el correspondiente al proceso de destope que se incluye en la reforma de pensiones. Es una de las condiciones que se habían impuesto desde la Comisión Europea para que los fondos para la reconstrucción llegaran a nuestro país.
Pero a todo esto se le sumará también la decisión del Gobierno de aumentar la bases de cotización y la pensión máxima por la inflación. Por lo tanto, a esas subidas que se plantean por el destope en las rentas más altas se añadirá el porcentaje perteneciente al IPC.
Cómo será el alza de las pensiones
El grupo de expertos que trabaja en el futuro de las pensiones se compone de media docena de profesores y catedráticos universitarios. Han analizado cómo afectará el incremento propuesto y aplicando un 2% de IPC como cifra adicional al porcentaje previsto del destope.
Con todo esto, el resultado resulta de lo más llamativo. En 40 años, la pensión máxima se elevará unos 6.738 euros. Por lo tanto, de los 3.059 euros de ahora se pasará a los 9.797 euros mensuales en 2065.
Hay que tomar como referencia las bases máximas de cotización. En estos momentos se sitúa en los 4.495 euros al mes, pero dentro de cuatro lustros alcanzará los 14.244 euros. Unas cifras desorbitadas, pero que también nos parecen muy lejanas.
En las previsiones que manejan los expertos, para el año 2030 esperan que estas pagas máximas lleguen a los 4.000 euros mensuales. Diez años más tarde se elevaría hasta los 5.000, mientras que los 6.000 se conseguirían antes de 2050. Ese ejercicio esperan llegar a los 6.458 euros.
En la última fase, que va de 2050 hasta 2065 se produciría un aumento a mayor velocidad gracias a ese 12,7%. Por lo tanto, al término de 2065, las pensiones máximas se situarían en los 9.797 euros mensuales. Con todo esto, lo más probable es que se abra una brecha importante entre los que más ganan y los que menos perciben.