La higiene personal es un aspecto fundamental en la vida de cualquier persona, y el papel higiénico es un producto que no puede faltar en ningún hogar. Sin embargo, recientes informes han puesto de manifiesto la presencia de compuestos cancerígenos en ciertos tipos de papel higiénico, lo que ha generado preocupación en la población.
Según distintos estudios publicados recientemente, algunos tipos de papel higiénico contienen compuestos químicos como el formaldehído y la dioxina, los cuales se consideran potencialmente cancerígenos.
Estos compuestos se usan en la fabricación del papel para blanquear y suavizar las fibras de la madera, pero su presencia en el papel higiénico puede suponer un riesgo para la salud.
La advertencia de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC)
En este sentido, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha clasificado el formaldehído como un carcinógeno humano. Mientras que la dioxina es un compuesto altamente tóxico que puede causar daños en el sistema inmunológico, reproductivo y endocrino.
Ante esta situación, es importante que los consumidores estén alerta y eviten ciertos tipos de papel higiénico que contengan estos compuestos químicos. Según los expertos, los rollos de papel higiénico que deben evitarse son aquellos que son excesivamente suaves y blancos, ya que es probable que contengan estos químicos.
Se recomienda optar por papel higiénico fabricado a partir de materiales reciclados, ya que estos contienen una menor cantidad de compuestos químicos y son más respetuosos con el medio ambiente.
También se sugiere utilizar papel higiénico sin blanquear, ya que este tipo de papel contiene menos productos químicos que los que han sido blanqueados. Además, es importante leer la etiqueta del producto y buscar información sobre los ingredientes utilizados en su fabricación.
¿Cómo llegan los PFAS al papel higiénico?
Los PFAS pueden llegar al papel higiénico de dos formas principales: por el proceso de fabricación y por la utilización de material reciclado. Por ejemplo, algunos fabricantes los añaden al convertir la madera en pulpa para hacer el papel más suave y resistente. Estos compuestos pueden quedar como residuos en el producto final y liberarse al usarlo o desecharlo.
Por otro lado, el papel higiénico reciclado puede estar hecho con fibras procedentes de otros materiales que contienen PFAS, como envases alimentarios o sartenes antiadherentes. Estas fibras pueden conservar los PFAS y transferirlos al nuevo producto.
¿Qué tipo de rollos hay que evitar?
Para evitar usar papel higiénico con PFAS hay que tener en cuenta algunos aspectos. Es preferible elegir papel higiénico elaborado con madera procedente de fuentes sostenibles y certificadas que garanticen que no se han usado estos compuestos en su elaboración. También se puede optar por papel higiénico ecológico o biodegradable que cumpla con los criterios de calidad ambiental.
Es aconsejable evitar el papel higiénico reciclado o el que tenga colores, aromas o texturas añadidas, ya que podrían contener PFAS procedentes de otros materiales o aditivos. Lo mejor es elegir papel higiénico blanco y sin perfume que sea lo más natural posible.
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¿En qué otros productos podemos encontrar compuestos químicos potencialmente peligrosos?
Es fundamental tener en cuenta que el papel higiénico no es el único producto que puede contener compuestos químicos potencialmente peligrosos. Otros productos de uso diario, como los cosméticos, los productos de limpieza y los alimentos procesados, también pueden contener sustancias químicas que supongan un riesgo para la salud.
Como vemos, es esencial estar alerta y tomar medidas para reducir la exposición a estos productos químicos, como optar por productos naturales y orgánicos y leer las etiquetas de los productos que compramos.
En definitiva, la presencia de compuestos cancerígenos en algunos tipos de papel higiénico es una cuestión que debe ser tomada en serio. Los consumidores deben estar alerta y evitar aquellos productos que contengan estos químicos, optando por papel higiénico fabricado a partir de materiales reciclados y sin blanquear.