El desayuno en España ha ido evolucionando con el tiempo. Antes comíamos galletas o unas magdalenas con el café, pero ahora sabemos que los desayunos dulces no son tan buenos para nuestra salud.
Los alimentos que contienen mucho azúcar y, sobre todo, los que son ultraprocesados pueden aumentar nuestro riesgo de padecer enfermedades como la diabetes o las cardiovasculares.
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Sin embargo, todavía hay un desayuno clásico que podemos seguir disfrutando: las tostadas. Eso sí, depende mucho del tipo de pan que elijamos. Lo más habitual es hacer las tostadas con pan de molde o con pan blanco.
Ambas opciones no son adecuadas porque se elaboran con harinas de trigo refinadas. Es decir, aquellas en las que se ha eliminado el salvado del resto de las partes del grano de cereal.
Al quitar esta capa, el pan que nos comemos es un producto con menos fibra y menos minerales. Aparte de que la fibra es un componente saludable que suele faltar en nuestra dieta, en el pan tiene una función muy importante: disminuir el índice glucémico.
Es decir, la fibra hace que los carbohidratos del pan, convertidos en azúcares simples, se absorban en nuestra sangre de una forma más lenta y gradual. Por eso es tan importante cambiar al pan integral.
1. Optamos por pan de molde
El pan de molde es una opción habitual para preparar unas tostadas para el desayuno. Tiene un sabor más dulce, no hace falta cortarlo y queda muy crujiente al tostarlo. Pero este tipo de panes son de los más procesados del supermercado; tienen muchos ingredientes que no son saludables, como los azúcares añadidos o los aceites vegetales.
Esto significa que son ultraprocesados y que, si se consumen con frecuencia, aumentan el riesgo de mortalidad. Además, los que prefieren su tostada muy tostada deben tener cuidado con el pan de molde: este alimento produce acrilamidas cuando se expone a altas temperaturas. Según varios estudios científicos, la acrilamida puede estar relacionada con algunos casos de cáncer.
2. Untamos las tostadas con mermelada
Muchos disfrutamos de la mermelada y la solíamos comer a menudo por las mañanas. Además, como está elaborada con frutas, pensábamos que era un alimento bueno para la salud. No obstante, las mermeladas pueden contener hasta un 50% de azúcares en su fórmula.
Esto significa que son un alimento muy calórico y con escasos nutrientes aparte de esta elevada cantidad de azúcar. De ahí que sea un alimento que puede causar obesidad si se consume habitualmente. Y con las patologías que se asocian, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o incluso el cáncer.
3. Consumimos pan blanco en lugar de pan integral
El pan blanco de barra es el que muchas personas han consumido desde pequeñas. No obstante, este pan no es el más sano. De hecho, si nuestra alimentación es pobre o no practicamos bastante actividad física puede ser dañino, pero ¿por qué?
Para hacer este pan, primero hay que eliminar el salvado de los granos de trigo y, lamentablemente, con ese salvado se va mucha fibra. Por eso, sus carbohidratos se transforman en azúcares simples muy rápido y llegan a nuestra sangre muy pronto.
Los alimentos con alto índice glucémico se relacionan con un mayor riesgo de obesidad y de diabetes. Además, con el pan blanco ocurre lo mismo que con el de molde: es un alimento que genera acrilamidas cuando se tuesta.
Por eso, el pan blanco de barra no es el mejor pan para preparar tostadas cada día: aporta mucho azúcar y, si se tuesta demasiado, puede estar asociado con el cáncer.
4. Cuidado con el embutido
Las tostadas con embutido son un desayuno habitual en España. Nos gusta disfrutar de una rebanada on jamón serrano, con fiambre de pavo o con cualquier otro tipo de carne curada. Pero hay un problema: son carnes procesadas, que pueden incrementar el riesgo de cáncer colorrectal.
Y entre estos alimentos se encontraría el jamón ibérico que tanto consumimos en nuestro país. Aunque, eso sí, hay diferentes niveles de calidad entre las carnes procesadas.
Por tanto, aunque las tostadas pueden ser muy sabrosas en el desayuno o en la merienda, no son una buena opción. Y menos lo son aún si cometemos algunos de estos errores.