Los trabajadores autónomos también están obligados a rendir cuentas ante Hacienda durante la campaña de la renta. Son algo más de 3,3 millones de profesionales por cuenta propia los que están registrados en nuestro país. La Agencia Tributaria pondrá la lupa sobre ellos y cualquier error en la declaración les puede costar caro.
Los autónomos, como también ocurre con los empleados por cuenta ajena que rebasan un límite de ingresos, deberán de presentar la declaración del IRPF. Siempre habrá que facilitar la debida información de los ingresos conseguidos durante el anterior ejercicio fiscal. En el caso de los profesionales por cuenta propia, el tope para presentar este documento serán los 1.000 euros de beneficio durante 2022.
El periodo en el que Hacienda impone más multas a este colectivo es durante la campaña de la Renta, señalan expertos de Autónomos y Emprendedores. La cuantía de las mismas estará condicionado a la gravedad de los hechos. Si se considera de fallo leve acarreará una sanción de unos 100 euros. Pero podría alcanzar hasta los 30.000 euros cuando aprecien algún tipo de fraude importante.
Los errores más frecuentes de los autónomos al hacer la declaración
Los errores al presentar la declaración de la renta son mucho más frecuentes de lo que pensamos. Desde la Agencia Tributaria advierten de los siete fallos que más se repiten por parte de los autónomos. Se tratan de cuestiones muy simples, en ocasiones de despistes, que pueden suponerles un grave trastorno en forma de multa.
En primer lugar se pronuncian sobre la presentación de la Renta fuera de plazo. El periodo para realizar la declaración comenzó el pasado 11 de abril y se prolongará hasta el 30 de junio. En el caso de que se rebase este plazo se expondrá a un recargo de un 1% por cada mes de demora.
Una vez que se cumpla el año, el recargo llegaría hasta el 15%. Por lo tanto, merece la pena cumplir con los periodos de tiempo estipulados, que son iguales para todo el mundo.
Otro fallo que les puede pasar factura a los trabajadores por cuenta propia son la aplicación de deducciones de manera fraudulenta. Está considerado de falta grave, y acarreará una multa del 15% sobre el importe a pagar en la liquidación, recoge Noticias Trabajo. En el caso de que no se facilite toda la información o se aporten datos falsos, la sanción ascenderá a 300 euros.
En tercer lugar, cuando el borrador del IRPF se presente con información incompleta o errónea, la sanción será de 150 euros. De ahí la importancia de revisar siempre en profundidad este documento.
También será penalizado por Hacienda la aportación de documentos falsos con el ánimo de conseguir beneficios. Cuando rebasen los 3.000 euros, las multas rondarán entre el 50% y el 100% de la cantidad a abonar. En el caso de que aprecien actitudes fraudulentas, la sanción alcanzará el 150%, pudiendo alcanzar los 300.000 euros si se considera de grave.
Ponerle las cosas sencillas a Hacienda
Hay despistes o datos que se nos pueden olvidar que están muy penalizados por la Agencia Tributaria. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando se facilita una identificación fiscal errónea o nos equivocamos con el NIF. De ocurrir esto, la sanción iría desde los 150 euros hasta los 30.000 en función de si se cataloga como leve o de muy grave.
El último fallo que denuncian como el más frecuente, consiste en ponerle trabas al trabajo de los inspectores y personal administrativo de Hacienda. Eso implica no facilitar la documentación correspondiente para comprobar los datos. El autónomo podría ser multado con una cantidad que oscilaría entre los 150 y 600 euros.