El precio del combustible ha marcado un antes y un después en la forma de conducir de millones de conductores. Uno de los objetivos principales de muchos de ellos es ahorrar al máximo cada vez que cogen el vehículo.
Para hacerlo, llevan a cabo ciertos trucos que se pueden volver en su contra. A pesar de que existen algunos que sí pueden resultar efectivos, lo cierto es que hay uno muy común que puede ocasionar daños en el motor del coche. Conocerlo es imprescindible.
Este es el error que afecta al motor de tu coche
Un comportamiento que se repite entre aquellos conductores que buscan ahorrar combustible es el de conducir con el motor a bajas revoluciones y en marchas largas. De este modo, se reduce el consumo del coche.
En efecto, esto puede suponer un pequeño ahorro. Sin embargo, cuando se abusa de este truco, existen malas consecuencias relacionadas con fallos y averías en el motor, así como en otros de los sistemas del vehículo.
Diferencias entre los motores de gasolina y los de diésel
De forma general, los motores de gasolina funcionan entre las 2.000 y las 4.000 revoluciones por minuto. Por su parte, los motores de diésel sitúan dicha horquilla entre las 1.500 y las 3.000 revoluciones por minuto, una cifra algo menor.
Al conducir a bajas revoluciones el motor se ve menos forzado, lo que hace que se consuma menos. Sin embargo, tiene varias consecuencias negativas.
¿Qué puede suceder al conducir a bajas revoluciones?
Son varias las cosas que hay que tener en cuenta antes de poner en marcha este truco. Cuando se abusa de él, las consecuencias pueden ser nefastas para el motor y otros sistemas. Además, incluso se puede llegar a consumir más en algunos momentos determinados.
1. Puedes consumir más
Cuando se conduce a bajas revoluciones se puede precisar en ciertos momentos de un extra de potencia, como cuando se sube un puerto o se precisa adelantar. En estos casos, el motor responderá de forma más lenta. Por ello, consumirá más.
Este hecho tan simple disparará el consumo, por lo que estarás perdiendo gran parte del ahorro que has podido conseguir mientras estabas llevando a cabo el truco. Pero eso no es todo, también hay otros problemas asociados.
2. Se pueden provocar averías en el motor
Otro de los problemas, además del riesgo de disparar el consumo, pasa por provocar averías en el motor. La razón es que esta conducción hace que el motor vibre más de lo habitual y, por tanto, sufra más de lo necesario.
3. Otros sistemas que pueden sufrir daños
Por otro lado, el motor no es el único elemento que puede sufrir daños. Sucede lo mismo con los sistemas anticontaminación, así como con los filtros antipartículas. La razón es que el vehículo no funciona a la temperatura óptima.
Como consecuencia, no se pueden quemar los residuos y estos sistemas se pueden bloquear. En este sentido, una avería de este tipo puede ir de los 400 a los 1.200 euros, por lo que el ahorro tampoco será tal.
4. Problemas con el aceite
El aceite es otro de los elementos que hay que tener en cuenta. A bajas revoluciones tardará más en alcanzar su temperatura de funcionamiento, que se ubica entre los 80 y los 90 grados.
Si no trabaja a dicha temperatura, no lubricará los componentes del motor de la forma adecuada, pudiendo ocasionar, de nuevo, más averías. De hecho, lo peor que puede pasar es que tengas que cambiar el motor al completo.
5. Otros problemas
Por último, a todos estos problemas, también hay que sumar las tensiones y el esfuerzo que sufrirán elementos como los pistones, las bielas o la caja de cambios. De nuevo, tanto su duración como funcionamiento podrían verse afectados.