Logo EspanaDiario.tips
Logo EspanaDiario.tips
Logo Youtube Espanadiario.tips
Logo whatsapp
Una madre con su bebé en la taza del váter

Enuresis (pipí en la cama): qué es, tipos, causas, síntomas y tratamiento

La enuresis es un trastorno típico de la infancia que consiste en episodios de micción involuntaria.

La enuresis es un problema relacionado con la incontinencia urinaria que afecta a un 15% de los niños menores de 6 años y a un 2% de los adolescentes y adultos. Es un problema molesto debido a las consecuencias negativas de las micciones incontroladas; disminuye la autoestima de la persona que la sufre y le crea inseguridad, falta de confianza y vergüenza.

A continuación vamos a explicar qué es la enuresis, cuáles son los tipos existentes y los síntomas asociados, así como los factores que hacen que aparezca y qué variables la mantienen. Además describiremos 5 métodos efectivos para superar este problema.

¿Qué es la enuresis?

La enuresis consiste en una incapacidad para contener la orina debido a la sucesión de micciones incontroladas una vez pasada la edad normativa establecida en la que se considera que el niño ha de tener el control de los esfínteres; en el caso de la orina sucede entre los 4 y los 6 años, como muy tarde.  

Esta incontinencia urinaria es de carácter intermitente y fluctuante, debido a que no ocurren con una frecuencia establecida, sino que se dan en ocasiones puntuales, tanto de día como de noche. No obstante, no hay un consenso en cuanto a la frecuencia necesaria para realizar el diagnóstico, aunque lo habitual es 4 episodios de incontinencia al mes. Además existen diversos tipos de enuresis en función de sus características clínicas.

Es importante apuntar que, pese a ser un trastorno aparentemente orgánico, está clasificado como patología psiquiátrica porque en realidad el problema no reside en la estructura orgánica, es decir, en la estructura de los esfínteres, sino que puede estar causado por un retraso madurativo o por algún tipo de problema emocional.

Un niño durmiendo en la cama con los pies a la vista
La enuresis consiste en una incapacidad para contener la orina | Getty Images

Tipos de enuresis y síntomas asociados

De entre los diferentes tipos de enuresis que se pueden encontrar entre los niños o adolescentes, existen las que dependen del momento del día en que se suele producir la incontinencia urinaria o las que se relacionan con el nivel de adquisición de aprendizaje del individuo respecto al control de esfínteres.

A continuación vamos a presentar los diferentes tipos de enuresis que existen y a comentar los más frecuentes. Es esencial apuntar que la enuresis primaria y la secundaria son excluyentes entre sí, como también sucede con la diurna y la nocturna, pero que sí se diagnostican enuresis primarias nocturnas, secundarias nocturnas y lo mismo con los otros tipos.

1. Primaria

La enuresis primaria es la que sucede cuando el niño o la niña aún no ha sido capaz de controlar su esfínter durante un periodo mínimo de seis meses.

En este caso se supone que el pequeño no ha logrado un aprendizaje completo del control de esfínteres por lo que siguen sucediéndose las micciones incontroladas. Este es el tipo más frecuente de enuresis.

2. Secundaria

La enuresis secundaria sucede cuando el niño ya ha sido capaz de controlar sus esfínteres durante un periodo de tiempo relativamente largo (más de 6 meses), y que por múltiples factores vuelve a hacerse pipí encima sin poder controlar los momentos de micción.  

3. Diurna

Este tipo de enuresis sucede cuando la incontinencia urinaria se da durante el día, de modo que el pequeño se hace pipí encima ya sea estando en clase, jugando con los amigos o realizando algún otro tipo de actividad mientras está despierto.

4. Nocturna

La enuresis nocturna es mucho más frecuente que la diurna; de hecho, se trata del tipo más prevalente. Consiste en la micción incontrolada e involuntaria durante la noche, en concreto cuando el individuo duerme.

Además de ser el tipo de enuresis más común entre los afectados, la nocturna es la que tiene métodos de tratamientos más sencillos y por tanto un mejor pronóstico.

Dos niños durmiendo en una cama
La enuresis nocturna es mucho más frecuente que la diurna | Getty Images

¿Qué factores hacen que se mantenga en la infancia?

Los factores que propician el mantenimiento de los episodios de micción incontrolada en la infancia e incluso la adolescencia pueden variar según el tipo de enuresis al que nos refiramos y según el caso concreto.

De este modo la enuresis nocturna primaria, la más común, suele tener causas que se asocian a un retraso del desarrollo, a problemas del sueño o a factores genéticos tales como un déficit en la hormona antidiurética (ADH).

Por otro lado, cuando la enuresis sucede después de un periodo en el que el niño ha sido capaz de controlar los esfínteres, la patología suele tornarse más compleja debido a la complejidad y a la multifactorialidad de sus causas. Así, el principal problema causante de la enuresis secundaria suele ser psicológico y en ocasiones orgánico.

Por tanto la aparición de un brote epiléptico, de trastornos emocionales, de infecciones del aparato urinario o de apnea del sueño son algunos de los factores que contribuyen a la aparición y al mantenimiento de la enuresis secundaria, algo más difícil de abordar.

5 tratamientos eficaces para superar la enuresis

El tratamiento de la enuresis nocturna primaria (que, como ya hemos comentado anteriormente, es la incontinencia urinaria que sucede mientras el niño o la niña duerme), es el que más se ha estudiado debido a que es el tipo de enuresis que más personas padecen.

Existen tanto tratamientos farmacológicos como conductuales para superar la enuresis; a continuación vamos a comentar los 5 más populares y efectivos.

1. No castigar ni echar bronca al niño

Antes de llevar a cabo cualquier tipo de tratamiento es de especial importancia recordar que los niños y las niñas con enuresis no mojan la cama de manera voluntaria. Ellas no deciden ni controlan el momento de la micción, por lo que no es conveniente abroncar al pequeño o hacerle sentir aún peor con recriminaciones.

Hacerlo puede tener efectos muy negativos tanto en su autoestima como en la frustración que les genera la situación, impidiendo en cierta medida el progreso hacia la solución de la enuresis y añadiendo problemas emocionales asociados causados por la vergüenza y por la inseguridad que la incontinencia urinaria les genera.

Se debe tomar una actitud conciliadora y esperanzadora con estos niños, haciéndoles ver que la fase de mojar la cama pasará con el esfuerzo de todos.

2. Utilizar métodos conductuales como los sistemas de recompensa

Los métodos conductuales simples como los sistemas de recompensa (por ejemplo los populares gráficos de estrellas) han resultado ser bastante efectivos para tratar la enuresis.

Estas técnicas consiguen alentar al niño a evitar de forma progresiva de las micciones incontroladas. De este modo se refuerza positivamente las noches secas, proporcionando premios cuando no se moja la cama.

Por cada noche seca se da a la niña una estrellita (u otro tipo de pegatina) y en el caso de que la moje se le quita. Las estrellitas acumuladas se canjean por premios apetecibles y previamente acordados con los pequeños.

Así, cuando se aplican método de esta clase se premia el progreso del niño, incitándolo a levantarse cuando detecte señales de que necesita ir al baño.

3. Las alarmas de enuresis (“pipí-stop”)

La alarma de enuresis es un dispositivo que se coloca en la cama o en la ropa interior y que, al entrar en contacto con el niño, consigue detectar cuando la humedad sobrepasa unos parámetros establecidos; en este momento la alarma de enuresis emite un sonido muy fuerte que alerta y despierta al pequeño en el momento de la micción involuntaria.

El “pipí-stop” es un tratamiento conductual con el que se consigue entrenar al niño en el reconocimiento del momento de incontinencia urinaria, de modo que aprende cuándo ha de ir al baño o retener la orina con el fin de no orinar en la cama. Es uno de los métodos más efectivos, teniendo éxito en un 60% de los casos.

4. Entrenamiento en cama seca “Dry bed training” (DBT)

El entrenamiento en cama seca o “Dry bed training” es un tipo de intervención conductual y educativa que tiene su base teórica en la suposición de que la enuresis sucede como consecuencia de la falta de refuerzos encargados de inhibir la respuesta.

De forma sintética podemos decir que este tratamiento combina la alarma de enuresis con despertar al niño durante la noche en momentos programados para que acuda al lavabo.

Para que el tratamiento sea efectivo es necesario hacer consumir al niño grandes cantidades de agua antes de ir a dormir. Las técnicas de retención también se utilizan, preguntando al niño si puede aguantar un poco más la orina y, en caso de que sí, se le refuerza positivamente.

Se utilizan métodos de sobrecorrección restitutiva como hacer que el niño limpie su propia cama y se cambie de pijama si se hace pipí encima.

Se supone que el entrenamiento ha hecho efecto cuando el pequeño pasa más de 7 noches seguidas sin mojar la cama; en este caso se finaliza el entrenamiento de modo que el niño ya no debe despertarse de manera sistemática para ir al baño ni debe utilizar alarma de enuresis.

Un vaso de agua transparente sobre una mesa de cristal con un chorro de agua cayendo
Para que el tratamiento sea efectivo es necesario hacer consumir al niño grandes cantidades de agua antes de ir a dormir. | Getty Images

5. Tratamientos farmacológicos como la desmopresina

El uso de fármacos para el tratamiento de la enuresis solo está recomendado en casos en los que los métodos anteriores no han funcionado, de modo que la medicación no es el tratamiento de primera elección para la enuresis.

Además se deben dar unas circunstancias muy determinadas para que tenga sentido tratar al niño con desmopresina -en concreto, que los episodios de enuresis se den en la primera parte de la noche y que las micciones sean muy abundantes.

En estos casos se intuye que el problema puede ser debido a un exceso de secreción de vasopresina durante la noche, lo que se traduce en un aumento de la formación de orina de tal forma que la administración de desmopresina consigue reducir el volumen de la orina.

Este tipo de tratamiento no consigue mantener sus efectos tras la retirada del fármaco debido a que el niño no elabora un aprendizaje real, sino que el uso del medicamento lo sustituye; en lugar de mejorar sus hábitos conductuales, sencillamente tiene menos ganas de orinar mientras esté tomando desmopresina.

Referencias bibliográficas:

  • Rodríguez Fernández, L. M. & Gracia Manzano, S. (2007). Diagnóstico y tratamiento de la enuresis nocturna. Protocolos Diagnóstico Terapéuticos de la AEP: Nefrología Pediátrica.

  • Caldwell, P. H. Y., Nankivell, G. & Sureshkumar, P. (2013). Simple behavioural interventions for nocturnal enuresis in children. Cochrane Database of Systematic Reviews 2013, 7(CD003637).