El sector profesional es un mundo que se encuentra en constante cambio. Como ocurre siempre, las transformaciones que se dan en la sociedad, también afectan al nacimiento de nuevos puestos laborales. Sobre todo, cuando estos cambios afectan a los hábitos de las personas, como puede ser acudir al gimnasio de forma más regular.
Y es que, es innegable que la preocupación por el cuidado físico ha ganado mayor protagonismo estas últimas décadas. Por ello, la necesidad de entrenadores, especialmente los personales, ha crecido de la mano del querer mejorar nuestro aspecto.
Dedicarse al entrenamiento personal, un reto que ya es posible
Aunque hace unos años fuese impensable o iluso pensar en la posibilidad de dedicarse a ser entrenador personal, ahora es más factible. Teniendo en cuenta que cada vez más gente requiere de este tipo de servicio, la oferta ha crecido, pues la demanda es muy alta.
No obstante, para dedicarse plenamente a ello, se deben tener en cuenta algunos factores. Y uno de los más importantes es la formación con la que contamos, pues es determinante a la hora de poder ejercer como tal.
¿Qué estudiar para convertirse en entrenador personal?
Es necesario conocer que, en la mayoría de comunidades autónomas, es necesario contar con una acreditación de competencias. Normalmente, piden que puedas aportar el certificado de alguna formación reglada relacionada con el entrenamiento personal. Teniendo esto en cuenta, se recomienda cursar algún tipo de curso, grado o máster que pueda avalar que dominas las competencias necesarias.
Lo más común es que los interesados se matriculen en un Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, FP de Actividades Deportivas o Técnico Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas. Y cuanto mayor número de certificaciones reúnas, mayor será el nivel (III, IV, V o VI) que alcances como entrenador.
Tiene más salidas laborales de las que se creen
Para llegar a ser un emprendedor fitness total, deberás saber que tus salidas laborales no solo se limitan a las paredes de un gimnasio, pero vayamos por partes, porque vivir del coaching es complejo.
1. Trabajar para un tercero
Generalmente, los gimnasios y los centros fitness son los espacios que mayor número de entrenadores personales reúnen. Por otro lado, existen otro tipo de ofertas laborales más versátiles, como pueden ser las que se centran en empresas wellness y deportivas, centros de rehabilitación, grupos que quieren entrenar juntos o en atletas profesionales.
2. Trabajar por cuenta propia
No obstante, también es posible trabajar de forma independiente, ya que esta alternativa cuenta con importantes ventajas: mayor flexibilidad horaria y la posibilidad de controlar la tarifa de las sesiones, entre otras.
Asimismo, es importante destacar que el trabajo como entrenador personal no tiene por qué desarrollarse únicamente de forma presencial. Gracias a la tecnología y las redes sociales, los entrenadores pueden reunir una red de contactos lo suficientemente potente como para fomentar el entrenamiento online, mediante clases síncronas o asíncronas.
Así que sí, "vivir online", en ese sentido, es posible. Sin ir más lejos, puedes mejorar tu huella digital mediante un video pitch en el que te presentes y los clientes puedan asociar tu imagen como logo de entrenamiento personal.
Y ahora, lo más importante... ¿Cuánto puede llegar a cobrar un entrenador personal al año?
Pese a ser una de las preguntas más planteadas, lo cierto es que se deben tener que el sueldo puede variar. Por un lado, se tendrá en cuenta si el entrenador trabaja para un tercero o se gestiona a sí mismo, por otro, con cuántos años cuenta de experiencia y cómo de amplia es su cartera de clientes.
Al fin y al cabo, las tarifas de un entrenador personal no suelen ser únicas. No obstante, el sueldo miedo suele situarse en los más de 18.000 euros brutos anuales. Si te quieres dedicar a ello, debes saber que el precio medio por sesión es de unos 30 o 40 euros. Y si cuentas con el renombre suficiente, podrás ganar más de 50 euros la sesión.
La motivación, el factor más influyente del fitness coaching
Hablando de ejercicio, no hay nada como entrenar la motivación y la constancia. Porque pese a la importancia de la propia, no hay nada como saber transmitir la motivación para entrenar a tus clientes.
Por ello, cada entrenador deber estar preparado para crear un plan de entrenamiento personal que siempre se adapte a las necesidades de estos. Ganarás puntos extra, sobre todo, si son ejercicios que no requieren de un local fitness para ponerlos en práctica, sino que se pueden hacer en casa o al aire libre.
Lo importante es que seas capaz de crear un rapport con todos ellos. Y, ¿qué es el rapport? La capacidad de fomentar una buena relación y sintonía para que ellos se sientan cómodos. Por lo que si quieres te atreves a ser entrenador personal, ¡que nada te pare!