La afirmación “con la edad me han cambiado el cuerpo y el metabolismo” es utilizada como justificación por miles de personas cuando ganan algún kilo de más. No obstante, debemos decirles que se ha demostrado científicamente que esta afirmación no es del todo cierta.
Si bien las funciones del organismo, los tejidos y los huesos se deterioran con la edad, la acumulación de grasa, y por ende el incremento de peso, viene determinado por otros factores que no tienen que ver directamente con el funcionamiento de nuestro metabolismo.
¿Por qué engordamos al cumplir años?
El factor principal por el que a medida que van pasando los años ganamos peso está estrechamente relacionado con el nivel de actividad física que realizamos a lo largo del día a día.
Se ha determinado que al cumplir años nuestro nivel de actividad tiende a disminuir y, como consecuencia de esto, nuestro cuerpo gana volumen y peso.
Esto refuta en cierto modo la hipótesis tan establecida entre la sociedad que defiende el cambio del metabolismo como causa exclusiva, o casi, del incremento de peso.
No obstante, no debemos olvidar que la edad juega un papel importante en este hecho, ya que tanto la regeneración celular como el estado de las articulaciones empeoran a medida que pasa el tiempo, y con ello nuestra capacidad para realizar ejercicio físico.
El funcionamiento del metabolismo: conceptos básicos
Para dar valor a la información que estamos exponiendo, hemos decidido hacer un breve repaso sobre los conceptos relacionados con el metabolismo del cuerpo.
Existen varios términos relacionados con el metabolismo que es importante conocer para entender por qué engordamos más fácilmente a medida que cumplimos años. A continuación revisamos los principales.
El metabolismo basal es exclusivo de cada cuerpo y no varía
La tasa metabólica de un organismo es el metabolismo “real” e inamovible de un cuerpo en concreto. Está determinada por factores múltiples tales como el sexo, la herencia genética o la altura.
El metabolismo basal es la energía que el organismo consume al llevar a cabo las funciones vitales, como la respiración, los procesos de digestión o el resto de actividades automatizadas por el cuerpo.
El efecto térmico de los alimentos
Este concepto relacionado con la quema de calorías hace referencia a las calorías que se gastan al consumir alimentos, es decir, por el simple hecho de comer. En este proceso se puede llegar a quemar un 10% de las calorías que se gastan diariamente.
Este gasto calórico sí puede ser modificado añadiendo a la dieta café o té gracias al efecto estimulante que ejercen sobre el metabolismo.
El gasto de actividad física
Este es el factor que tiene mayor peso en el consumo de calorías por parte de nuestro organismo. Hacer algún tipo de ejercicio cardiovascular es el punto clave para evitar ganar peso con la edad y mantener la silueta a lo largo de los años.
El gasto de actividad física puede ser modificado de manera sencilla practicando ejercicio. Realizar actividad aeróbica como correr, caminar a buen ritmo, subir escaleras o clases de BodyPump son buenos ejemplos de esto.
El exceso de consumo de oxígeno
El exceso de consumo de oxígeno está íntimamente relacionado con el nivel de actividad física que se lleve a cabo.
Cuando se ha realizado un entrenamiento con el que se ha quemado un elevado número de calorías y para el cual se ha efectuado un esfuerzo considerable, el cuerpo sigue quemando calorías durante un tiempo tras el ejercicio. Por lo tanto, cuanto más actividad física se haga mayor será el exceso de consumo de oxígeno.
No obstante, debemos ser conscientes del grado de actividad física que cada uno podemos realizar, de lo contrario podemos acabar lesionados o con otro tipo de problemas de salud.
La importancia de la actividad y del ejercicio físico
Con el repaso anterior acerca del funcionamiento de nuestro metabolismo, queda patente que quizás el hecho de engordar con la edad no está tan relacionado con nuestro metabolismo sino con los factores que inciden de manera directa en la quema de calorías, como la práctica de ejercicio físico.
Por ello a medida que cumplimos años, y debido al envejecimiento de nuestro organismo, la sensación de fatiga aparece antes y la resistencia en la práctica de ejercicio físico decae en comparación con cuando somos jóvenes.
Esto se traduce en un aumento del sedentarismo y en una menor realización de actividad física, que a su vez se plasma en un aumento de peso por parte del individuo.
Para evitar que esto suceda, no debemos situarnos en una postura semejante a la indefensión aprendida en la que atribuyamos las causas de nuestro incremento de peso a factores no controlables, sino que debemos coger las riendas y esforzarnos por mantener la línea centrándonos en lo que sí podemos cambiar.
Es evidente que estos esfuerzos deberán ser mayores a medida que pasen los años, pero los resultados serán realmente beneficiosos tanto para la salud física como la psicológica.
Consejos para no ganar peso con la edad
A continuación vamos a proporcionaros una serie de sencillos consejos con los que podréis evitar que el aumento de años sea directamente proporcional al aumento de peso:
Dedicar como mínimo 3 horas a la semana a hacer ejercicio físico y cambiar algunos hábitos diarios para caminar o moverse más.
Comer de manera equilibrada reduciendo al máximo la cantidad de grasas saturadas y trans, los cereales refinados y los azúcares.
Evitar el sedentarismo y las largas horas viendo la televisión.
Seguir trabajando y estando activa siempre y cuando el cuerpo nos lo permita y evitar los periodos largos de inactividad.
No olvidar que mantener el peso depende de nosotras mismas más que de factores externos incontrolables.